Sun Myung Moon, el autoproclamado mesías surcoreano que fundó la controvertida "Iglesia de la Unificación" y la convirtió en un imperio multimillonario, falleció este lunes por la madrugada en Corea del Sur a los 92 años. Moon había sido hospitalizado el mes pasado por una neumonía.
El reverendo Moon había sido trasladado la semana pasada del hospital St Mary de Seúl, adonde había sido ingresado a mediados de agosto en terapia intensiva, a un centro médico perteneciente a la secta en el este de la capital coreana.
"Estaba agotado los últimos meses ya que, a pesar de su edad, viajó todos los meses a Estados Unidos", explicó a la AFP un portavoz de la Iglesia de la Unificación confirmando la noticia de su fallecimiento, anunciada por la agencia surcoreana Yonhap.
El reverendo tenía 14 hijos y muchos de ellos trabajan activamente en su imperio. Hyung Jin Moon, el menor de ellos, lo sucedió en 2008 con 28 años de edad al frente del movimiento.
MOVIMIENTO RELIGIOSO NEOCRISTIANO Y ANTICOMUNISTA
Moon, surcoreano, nació en una familia de agricultores de lo que hoy es Corea del Norte. Nació el 6 de enero de 1920 en lo que hoy es la provincia norcoreana de Pyongan del Norte, y se refugió en Corea del Sur al término de la guerra en la península (1950-1953).
Rechazado por las iglesias protestantes coreanas, Moon fundó en Corea del Sur su propia iglesia, la "Iglesia de la Unificación", un polémico movimiento religioso neocristiano y anticomunista,
en 1954. Es una de las comunidades religiosas más controvertidas del mundo y muchos países la consideran como una secta.
En 1971 Moon emigró a Estados Unidos, donde en la década de 1980 fue condenado a 18 meses de prisión por evasión de impuestos y conspiración.
La organización reivindica tres millones de seguidores en unos 200 países que lo llaman "el Verdadero Padre" y lo consideran como "el único Mesías de la historia humana".
Sus enseñanzas están basadas en la Biblia pero con nuevas interpretaciones que fueron condenadas como heréticas por las grandes organizaciones cristianas.
Entre sus rituales destacan los multitudinarios matrimonios que le llevaron incluso en alguna ocasión a entrar en el Libro Guinness de los Récord.
Unas bodas que distan mucho de lo habitual y que en la mayoría de casos los novios no se conocen personalmente. En la noche de bodas, en vez de sexo, deben flagelarse como parte de la ceremonia de preparación -de castigo lo llama la Iglesia de la Unificación-, para expiar los pecados cometidos.
La boda abre un periodo de "limpieza espiritual" en la que el matrimonio no puede consumarse, principalmente porque los esposos están separados bajo el mandato de trabajar para Moon esparciendo sus ideas por todo el mundo.
UN MACROIMPERIO
Moon fue tan criticado por sus detractores como venerado por sus seguidores. Sus críticos aseguraban que, más allá de sus actividades religiosas, el líder hizo uso de un agudo sentido comercial para convertirse en multimillonario gracias a la sumisión de tantas personas.
La secta afirma tiene un vasto imperio económico abarca desde el sector de la construcción a la educación, la alimentación, la ingeniería o la prensa, posee entre otros el Washington Times.
En 1991 Moon se reunió con el entonces líder norcoreano Kim Il-Sung en Pyongyang. Desarrolló negocios en Corea del Norte a través de una firma asociada a la secta, Pyeonghwa (Peace) Motors, que desde 1999 se dedica a la construcción de automóviles en el norte de la península.
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