Nueva Orleans es una ciudad diferente tras el paso del Katrina. Quizá sea a causa de aquella gran tragedia que las autoridades realizan hoy un esfuerzo informativo y de máxima alerta ante la llegada de una nueva tormenta tropical que, según informa la Agencia Nacional de Meteorología, se convertirá en las próximas horas en un huracán, en el momento en el que Barack Obama declara el estado de emergencia en Louisiana.
La posibilidad de que este marte el huracán toque tierra ha llevado al desalojo y a los llamados de precaución en las poblaciones del Golfo de México. “Cargué de gasolina el camión y el generador”, dijo John Corll, un carpintero de 59 años, al salir de una cafetería de Nueva Orleans el lunes por la mañana. El vivió la llegada de Katrina en 2005, pero en esta ocasión espera que la tormenta sea menos fuerte. Cree que el sistema de diques está mucho más reforzado para hacer frente al oleaje que cuando Katrina azotó el estado.
Isaac pasó por los cayos de Florida y el lunes avanzaba en dirección al noroeste sobre el Golfo de México.
El Centro Nacional de Huracanes en Miami pronosticó que se convertirá en un huracán categoría 1 y posiblemente tocará tierra el martes por la noche en alguna parte de una franja de tierra de 300 kilómetros de longitud que va desde los pantanos al suroeste de Nueva Orleans hasta el extremo norooeste de Florida.
CIERRE DE IGLESIAS
El paso de Isaac ha provocado la suspensión de algunos servicios en iglesias. Tal es el caso de la congregación de Doral en Miami. Mediante un comunicado enviado por correo electrónico la iglesia informó que sería suspendido su servicio dominical.En el informe aseguran que
están “confiados de que la misericordia y protección de Dios está sobre ellos y todos aquellos que estén en el camino de Isaac”.
El rumbo que ha tomado el huracán, tiene como uno de sus posibles puntos de impacto a Nueva Orleans. Aquí el pasto
r Fred Luter de la Convención Baustista del Sur ha visto a su congregación resucitar luego de los estragos provocados por los efectos de Katrina en el 2005. En esa ocasión muchos de sus miembros huyeron y el templo fue cubierto por nueve pies de agua. Ahora existe una nueva amenaza climática para esta congregación.
CONVENCIÓN REPUBLICANA
El paso de la tormenta el día lunes obligó a un
cambio inesperado de planes en la Convención Republicana, que se celebra estos días en Tampa. El programa se vio reducido y las intervenciones del día lunes se han programado para el martes.
“Vamos a tener un horario comprimido”, explicó el portavoz republicano Kevin Downey. “Algunos cambios tendrán que hacerse, pero aún tendremos una gran convención”, añadió.Mientras tanto, algunos se preguntan si el atraso en la convención se debe a una intervención de la mano divina. Esto luego de que la ex gobernadora demócrata de Michigan, Jennifer Granholm, publicara un comentario en Twitter. “Retraso de la convención debido a Isaac: Supongo que Dios tiene formas de cerrar todo eso”, tuiteó ella.
Por su parte, Bill Bunkley, anfitrión de un talk show de radio en Tampa, respondió. “Para cualquiera que sea liberal que forma parte de un partido que quiere dejar a Dios fuera de Estados Unidos, es increíble que esté reconociendo que Dios tiene parte alguna en la tormenta”, dijo. “Así que en realidad esa es la parte cómica de este comentario”, agregó.
Por otra parte
, la gratitud ha sido una característica predominante en los círculos cristianos de Tampa ya que parece que la ciudad va a escapar de la ira de Isaac.La pastora Jesten Peters es parte de “Oración por la Bahía de Tampa”, un esfuerzo para cubrir las convenciones partidarias con oración. Ella dijo que están en constante oración para evitar que la Isaac afecte la zona.
“Hemos tenido mucha, mucha gente orando”, dijo Peters. “Si usted mira desde el principio cuando se decía que iba a venir directo para acá, entonces es una respuesta a las oraciones, y le agradecemos a Dios que esté haciendo eso y es emocionante para nosotros”.
Si quieres comentar o