Kapya Kaoma, pastor anglicano, es el autor del informe que resume los resultados de una investigación realizada por el «think tank» Political Research Associates.
Según el mismo organizaciones religiosas conservadoras de EEUU pretenden fomentar la idea de que las relaciones entre miembros del mismo sexo no son intrínsecas a la cultura africana, sino que han sido impuestas por Occidente. Tambiérn denuncian su actividad antiabortista como contraria a los derechos de la mujer.
Entre estas entidades religiosas de EEUU con presencia en África sitúa el informe al grupo impulsado por la iglesia mormona Family Watch International, el evangélico American Center for Law and Justice, y el grupo católico Human Life International, así como una red cristiana denominada Transformation Movement o New Apostolic Reformation.
Pero siempre hay quien señala intereses escondidos en estos informes. Así, Stanley Kurtz, de la revista conservadora National Review, describió a los investigadores de PRA como "traficantes de la conspiración" tras su informe de 1994 sobre la derecha religiosa, y les acusa de utilizar en sus estudios técnicas no científicas para relacionar a los cristianos conservadores con un deseo de dominación teocrática. Sin entrar en valoraciones, lo cierto es que que la web del PRA está llena de denuncias al Tea Party, con evidente simpatía por Obama.
EL INFORME
Kapya Kaoma acusa a varias organizaciones religiosas norteamericanas de fomentar la idea de que las relaciones entre miembros del mismo sexo no son intrínsecas a la cultura africana, sino que han sido impuestas por Occidente.«Para estos grupos, los activistas de derechos humanos tan solo son neocolonialistas que pretenden destruir África», asegura Kaoma.
En la actualidad, según datos de la organización ILGA, una de las principales asociaciones internacionales en defensa del colectivo homosexual, 36 países del continente africano cuentan con leyes que penalizan las relaciones entre miembros del mismo sexo.
Ya el pasado mes de febrero, el Parlamento de Uganda aceptó debatir una ley contra las relaciones del mismo sexo que, de ser aprobada, podría servir para condenar a cadena perpetua a los homosexuales practicantes. Una acción que -informa la PRA- "siempre caminó bajo los hilos tejidos por grupos evangélicos", citando por ejemplo que el diputado David Bahati, artífice del proyecto de Ley, es uno de los principales miembros de la asociación «antigay» estadounidense «The Family».
HOMOSEXUALES Y LEYES EN ÁFRICA
«Nuestro objetivo es proteger a los niños de la actual promoción que por parte de los medios de comunicación se hace de la homosexualidad, así como detener la financiación de los lobbies occidentales», aseguraba por aquel entonces a ABC el propio Bahati, miembro del gobernante National Resistance Movement (Movimiento de Resistencia Nacional), quien reconocía «necesario criminalizar unas prácticas antinaturales que tan solo corrompen a la sociedad».
Eso sí, sus vecinos tampoco le andan a la zaga. En noviembre de 2010, el primer ministro de Kenia, Raila Odinga, ordenó el arresto de todas las parejas homosexuales, ya que su comportamiento resultaba a todos visos «antinatural». De igual modo, Odinga («rebautizado» un año antes por el pastor evangélico David Owuor de la National Repentance and Holiness Ministry) reconoció que el reciente censo realizado en el país demostraba que la población está perfectamente dividida en hombres y mujeres, por lo que «no hay necesidad de este colectivo». No en vano, según establece el Código Penal del país africano (artículos del 162 al 165), las prácticas amatorias con el mismo sexo pueden ser castigadas hasta con 14 años de cárcel.
Unas medidas similares a las tomadas en Zambia, país que tipifican estas actuaciones como delito.
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