Jóvenes con rastas, camisetas multicolores, gorros y boinas. Aquí no hay formas establecidas ni modelos a seguir. Ni siquiera la música responde a un estilo determinado: el 90 % de las alabanzas que se entonan han sido creadas por los músicos del lugar. Estamos hablando de la Comunidad AVIVA, una iglesia de la ciudad de Córdoba, Argentina, conformada mayormente por jóvenes, cuyo nombre hace referencia al texto de Habacuc 3:2: “Oh, Señor, aviva tu obra en medio de los tiempos”.
La génesis de esta comunidad cristiana de rápido crecimiento estuvo en los Cursos Alpha organizados por Guillermo Lo Forte (35 años), entonces líder de jóvenes de una iglesia bautista y hoy pastor de AVIVA. “Me di cuenta que estábamos entreteniendo mucho a los jóvenes y que no había evangelización”, confiesa.
A partir de ese momento, Lo Forte comenzó a buscar programas de evangelismo y así llegó al Curso Alpha. “Nos capacitamos un grupito de jóvenes y comenzamos a hacerlo en la iglesia. El primer día llegaron 93 personas nuevas y me asusté porque no teníamos liderazgo preparado para contener a tanta gente”. Fueron 25 personas las que terminaron ese primer curso. “Al siguiente curso no invitamos a mucha gente, para poder consolidar…”, explica Guillermo, quien ya tenía un claro llamado pastoral cuando fue invitado a Inglaterra para hacer un entrenamiento Alpha hace tres años.
CENTRO CULTURAL E IGLESIA
“Yo quería formar una iglesia. Recuerdo que pasábamos con mi esposa frente al local de una iglesia evangélica que estaba cerrado y orábamos. Al tiempo le cedieron ese lugar en préstamo a un grupo de jóvenes que quería evangelizar a través de proyectos culturales y ellos me invitaron a sumarme al emprendimiento”.
Así nació Luz Urbana, un centro cultural ubicado en una zona donde viven muchos universitarios. Con el primer curso Alpha se convirtieron varios jóvenes, y al siguiente, mucho más.
“Alpha tiene la particularidad de compartir el evangelio en un ambiente natural, entonces si luego se lleva a esas personas a una iglesia muy estructurada, se sienten fuera de lugar”, explica Lo Forte. Después de hablar con el pastor de su iglesia, hubo un proceso de ‘tira y afloja’. “El pastor Rubén Amestoy nos apoyó, pero costó que los ancianos aceptaran que formáramos una nueva comunidad. Finalmente, nos dieron luz verde para comenzar a reunirnos en Luz Urbana los domingos a la noche, con el nombre de Grupo AVIVA”.
Ha pasado poco más de un año desde aquel momento y el grupo AVIVA, constituido ya como iglesia, se ha mudado a un nuevo local, muy cerca del de Luz Urbana. La comunidad sigue teniendo un perfil juvenil. “No queremos perderlo –dice Lo Forte-, pero tampoco queremos que sea una iglesia exclusivamente de jóvenes. Tenemos proyectos para trabajar con ancianos y necesitamos liderazgo formado para contener a personas de otras edades”. Por el momento, la mayoría de los 12 que define la marcha de la iglesia está cursando el Instituto Bíblico que dirige Rubén Amestoy, reconocido teólogo miembro de la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL).
SENTIDO DE COMUNIDAD
¿Qué hace diferente a esta iglesia? “Lo que nos distingue es el sentido de comunidad”, dice el joven pastor, creativo publicitario de profesión. “Para tener una iglesia sin jerarquías es necesario que la comunicación sea simple, clara; trabajar en equipo. Tratamos de descubrir los dones y ministerio de cada uno y orientarlo a una función específica”, recalca.
Tres son los pilares en el funcionamiento de la comunidad: Adoración – Comunión – Misión. “Todo debe referirse a una de estas áreas. De lo contrario, descartamos cualquier actividad”.
Durante la semana funcionan los “Pixel” que son grupos evangelísticos con distinto perfil. “Cuando llega alguien nuevo, se integra a un Pixel”, aclara el pastor lo Forte. El ‘Pixel de Plaza’, por ejemplo, organiza actividades deportivas en una plaza céntrica y luego se comparte la Palabra. ‘Hipxel’ es el de los skaters y ‘Pixeletas’el que reúne a las chicas. También hay un Pixel de matrimonios y uno de novios, y el proyecto de formar un Pixel para adultos o personas de la tercera edad.
DISCIPULADO
Mientras los Pixel tienen actividades los miércoles, los días jueves funcionan los Grupos de Discipulado para aquellas personas que han tomado un compromiso con Dios. Actualmente funcionan tres grupos de varones y dos de mujeres. “Tratamos de volver a las cosas básicas, enseñar acerca del amor, el amor práctico. El tema que se predica el domingo vuelve a darse los jueves. Queremos que la gente tenga contacto con la Biblia en su diario vivir; enseñamos conceptos para la vida práctica desde un personaje bíblico, como se les enseña a los niños en la escuela dominical”, comenta Lo Forte.
En el local de AVIVA no se escucha la música que se viene repitiendo desde hace años en la mayoría de las iglesias evangélicas de Latinoamérica (Marcos Witt…) ni se ora o predica imitando a tal o cual pastor famoso. Todo es natural, propio. Existe un buzón que dice “Jesús” y allí los músicos reciben ideas para nuevas canciones.
El próximo paso es la concreción de una Fundación -en trámite- para desarrollar con ese marco legal nuevos proyectos y extenderse a distintos sectores de la ciudad, allí donde hay pobreza, adicciones, prostitución, niñez en riesgo. Mayo ha sido mes de intercesión por la ciudad, así como oró Abraham. El local estuvo a pleno. “Quiero dedicarme tiempo completo al ministerio y que otros también puedan hacerlo”, expresa Guillermo Lo Forte.
AVIVA tiene el propósito de ‘repensar’ la iglesia cada tres años, para cuidar que no pierda frescura. “No sé si podremos lograrlo… lo ideal es mantener este estilo natural, pero sé que es difícil”, reflexiona el pastor al concluir la entrevista.
Si quieres comentar o