El domingo de Pascua miles de cristianos evangélicos participaron la Marcha de Gloria en México, un evento organizado con la finalidad de clamar a Dios por un cambio, con el convencimiento de que “la oración puede lograr la transformación incluso de aquellos que hacen daño y acabar con la narcoviolencia”.
La marcha en la capital del país llegó al Zócalo, en donde tuvo lugar un acto religioso que duró
hasta las seis de la mañana del lunes. Entre los grupos que marcharon destacó uno de jóvenes rehabilitados de sus adicciones, quienes dejaban en claro en sus camisetas: ‘Soy adicto a Dios’. En tanto, vendedores ofrecían camisetas, banderines y pulseras con las leyendas ‘Soy soldado de Cristo’ y ‘Estoy a favor de la vida y la paz’.
Este evento viene realizándose desde hace 15 años en distintas ciudades. El pastor
Javier Martínez, director de la Marcha de Gloria a nivel nacional, dijo que
los participantes dieron testimonio de que en México se puede operar un cambio sobrenatural, como ocurrió hace aproximadamente dos décadas en Cali, Colombia, ciudad que estaba sumergida en la violencia del narcotráfico.
Martínez afirmó que la oración liberó de la violencia del tráfico de drogas a Cali y otras ciudades colombianas. “Lo que debemos hacer como mexicanos es unirnos y pedirle a Dios con desesperación; clamar a Dios por un cambio. Así lo hicieron en Cali, durante tres días y después de eso comenzaron a ocurrir eventos sobrenaturales, empezó a venir la paz a Colombia”, afirmó.
PASTORES ASESINADOS
Por su parte, el periodista cristiano evangélico
Oscar Moha (colaborador de Protestante Digital), director de ‘A favor de la libertad religiosa’, señaló a un medio de prensa local que “ellos (los organizadores de la marcha) llevan seis años orando y no pasa nada, la situación ha empeorado en el país, y lo irónico es que en donde han realizado las marchas de gloria se han incrementado las estadísticas de muertes violentas y muchos pastores han sido asesinados por la narcoviolencia”.
Moha agregó que el patrón de sólo orar para que acabe la violencia ha sido reproducido en estados como Durango, Sonora, Michoacán, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, entre otros, y los resultados no se ven.
Martínez, en cambio, remarcó que la oración podría producir el cambio en México. “Nosotros no venimos a quejarnos, no venimos a decirle al gobierno lo que debe hacer”, dijo, e insistió en que “Dios quiere que nuestras vidas sean excelentes”.
A DIOS ROGANDO…
Requerido sobre cómo lograr estas vidas excelentes en un contexto de violencia, el pastor Martínez expresó que la manera es “confiando en Dios” y añadió: “Él dice que en el mundo vamos a tener aflicción, pero confíen en mi porque yo ya conquisté el mundo”.
En relación a la necesidad de hacer algo para ayuda de las autoridades a erradicar la violencia, dijo que la gente se pregunta por qué Dios no evita que haya guerras y conflictos, “pero no es acto de Dios, sino del ser humano”. De todas maneras, reconoció que “nosotros tenemos que esforzarnos también”.
NECESARIA LA PARTICIPACIÓN ACTIVA
El experto en temas religiosos
Bernardo Barranco, dio a conocer su opinión sobre la tesis contra la narcoviolencia que maneja la asociación civil Casa sobre la Roca, fundada por la diputada Rosi Orozco, quien estuvo presente en el contingente de pastores que encabezó la marcha el pasado domingo. “Se basa en lo logrado por una iglesia colombiana de ultraderecha con una especie de cruzada espiritual para atender el rostro humano de la guerra contra el narcotráfico y la delincuencia organizada”, dijo Barranco.
Por su parte,
Rosi Orozco, legisladora del PAN, indicó en una entrevista de prensa que “esta es una época para recordar la libertad, la necesidad de que alcancen esa condición las personas que son esclavas de la trata” y agregó que
“el tráfico de personas, la violencia, el narcomenudeo, el derecho de piso y las extorsiones crecen porque los buenos no hacemos nada.
La también aspirante al Senado remarcó que Martin Luther King decía: “No me asusta la perversidad de los malos, me asusta el silencio de los buenos”.
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