La Plaza Tahrir se ha vuelto a convertir en centro de la actualidad mundial. En los últimos días, la capital El Cairo ha recuperado la fuerza que tumbó a Mubarak para pedir, esta vez, que el Ejército deje el poder. Pero poco hemos oído en los medios comunicación del papel que están jugando en la transición los cristianos del país. Unos 70.000 se unieron al aire libre para orar por el futuro que se presentará tras las inminentes elecciones parlamentarias.
El lunes 28 de noviembre Egipto vivirá elecciones democráticas. Los ciudadanos podrán escoger a un parlamento totalmente nuevo, unas cortes que representen el sentir de los ciudadanos. Si la fecha no sufre un retraso por causa de los últimos acontecimientos, los resultados decidirán a partir del lunes la distribución del poder, un nuevo sistema de partidos que sentará las bases ideológicas del nuevo estado.
Las grandes manifestaciones de estos días se centran en pedir el adelanto también de las otras elecciones, prevista para julio: las presidenciales. Es aquí donde los militares no muestran intención de ceder, mientras que la mayoría de los egipcios claman contra la falta de legitimidad del nuevo primer ministro del país, Kamal Ganzuri, nombrado por el Ejército.
¿MAYORÍA ISLAMISTA?
En medio de la enorme tensión y los enfrentamientos continuos, no cabe duda de que la cita electoral del lunes será un paso decisivo hacia un panorama democrático en el país. Según ha explicado a Protestante Digital una persona residente en el país, el lunes “se decidirá qué partidos finalmente van a ocupar los asientos”. Las elecciones al Parlamento “van a ser muy decisivas para el futuro”, opina.
El temor de la minoría cristiana es que el frágil equilibrio social se rompa definitivamente si se cumple la previsión de victoria de los Hermanos Musulmanes. Si este partido consigue una mayoría parlamentaria, “querrán lógicamente implantar la Sharia, la ley islámica”. Los ciudadanos a favor de un estado laico y los propios cristianos tienen la sensación de que “los Hermanos Musulmanes no piensan mucho en la nación, sin más en que su visión de la Sharia sea implantada lo antes posible”.
“La situación se complicaría bastante”, cree nuestra interlocutora. La islamización de Egipto significaría también un bache importante para la economía, “tendría un impacto importante sobre el turismo, que aquí es el 40% de la actividad económica”.
Otras voces, como la del presidente del canal de televisión por satélite SAT-7, recogida por la agencia MNN, explican que “a medida que se acercan las elecciones, y el ejército no parece estar dando un poder constitucional, la gente siente que su revolución ha sido robada, así que están en las calles”. Y añade, “la realidad sobre el terreno es que muy poco ha cambiado, excepto que Hosni Mubarak fue sustituido por otro consorcio militar, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas”.
70 MIL CRISTIANOS ORAN JUNTOS
A las manifestaciones a favor de la democracia se añade, para los cristianos, las decenas de muertos que han sufrido en su comunidad por la represión brutal de la policía. Desde la caída de Mubarak las agresiones a la comunidad cristiana se han multiplicado, y las protestas (pacíficas, mayoritariamente) han recibido respuestas desmedidas de las autoridades.
En octubre murieron más de 20 cristianos coptos, y otra manifestación acabó con
una treintena de heridos hace unos días.
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Ante esta situación de desesperación general y la perspectiva de un “futuro negro”, como lo define la organización INcontext Ministries, la reacción de los cristianos de la región ha sido la de volcarse a la oración.
La Iglesia de la Cueva, en la capital El Cairo, vivió
el pasado 11 de noviembre uno de los más grandes encuentros de cristianos que se haya visto nunca en el mundo árabe. Unos 70.000 cristianos se reunieron para dedicar un tiempo de oración a favor de su país.
La concentración se alargó por 12 horas y se lanzaron mensajes de reconciliación, de arrepentimiento y de confianza en Dios, ante el deterioro de la libertad religiosa. Entre los asistentes se podían ver banderas egipcias, y
uno de los momentos más impactantes se dio cuando todos las personas congregadas corearon por varios minutos “¡Jeshua, Jeshua, Jeshua!” (Jesús, en árabe), como muestra en el vídeo que acompaña esta noticia.
En la jornada de oración participaron “ortodoxos, católicos y evangélicos”, según Sat-7. “El evento tuvo un gran impacto en los medios de la región. Al Jazeera, Dream (un canal muy popular en Egipto) emitieron en directo las imágenes”. También ON-TV, un canal que tuvo un protagonismo especial durante la revolución que derrocó a Mubarak, también cubrió el evento.
Desde Egipto, varias organizaciones cristianas han hecho un llamado a que los cristianos de alrededor del mundo oren por inminentes elecciones parlamentarias.
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