Joel Osteen cuelga la etiqueta de ‘cristiano’ al candidato mormón Mitt Romney

En medio de la carrera por la candidatura del Partido Republicano, el telepredicador Joel Osteen, conocido como uno de los estandartes del Evangelio de la Prosperidad, ha opinado que “los mormones son cristianos”. Lo ha dicho en referencia a Mitt Romney, aspirante mormón que se sitúa entre los favoritos para presentarse contra Barack Obama en las próximas elecciones estadounidenses.

La fe de los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos es un tema de debate recurrente en el país. Especialmente entre los republicanos, que cuentan con una amplia base de apoyo de evangélicos conservadores y que dan mucha importancia a la fe de su candidato. Por ello, hasta ahora muchos cristianos habían mostrado reticencias a la hora de apoyar a un candidato de fe mormona, como lo es Mitt Romney.

Parece que Joel Osteen, telepredicador de la teología de la prosperidad y pastor de la macro-iglesia Lakewood Church (a la que asisten 40.000 personas), ha querido hacer un favor a Romney diciendo públicamente que él considera que los mormones sí son cristianos.

En una entrevista concedida al diario Washington Times, Osteen ha dicho: “He oído de Mitt Romney – no lo conozco-, pero le he oído decir: ‘Yo creo que Jesús es el Hijo de Dios’”.

El popular autor de libros de autoayuda ha añadido que aunque él no está de acuerdo con todo lo que creen los mormones, “los bautistas, los metodistas y los católicos tampoco están de acuerdo en todo”, y que por eso no dejan de ser cristianos.

Osteen hizo las declaraciones durante una visita a Washington. En la entrevista en vídeo, ha dejado claro que que él cree que “los mormones son cristianos”, a pesar de que otras denominaciones pueden estar en desacuerdo con algunos aspectos de la fe.

El autor fue entrevistado durante la gira de presentación de su último libro, “Todo los días son viernes”. En referencia al libro, ha dicho que “parte del mensaje principal del libro es que las estaciones cambian, y que cuando crees, y no te vuelves amargo ni te desanimas, puedes recibir paz, aunque no sea un cambio de un día a otro”.

Tanto sus libros como sus predicaciones, que combinan valores del evangelio con dinámicas de auto-superación, han sido a menudo criticados por falta de profundidad bíblica e incluso desviaciones doctrinales serias.

LA VISIÓN DE AL MOHLER
Una de las respuestas a Joel Osteen ha llegado por parte de Albert Mohler, presidente del Seminario Teológico de los Bautistas del Sur. En un post de su blog titulado “¿No lo sabe o le da igual?”, Mohler ha respondido a las palabras de Osteen.

“A estas alturas, es evidente que la falta de rigurosidad de Joel Osteen es deliberada”, critica Mohler.

Cree que los posicionamientos de Osteen adolecen de “una falta de cualquier tipo de discernimiento bíblico” y son “una total abdicación de la responsabilidad teológica”. Y añade que es imposible cualquier tipo de similitud entre la ortodoxia Trinitaria con el Mormonismo.

En respuesta a Osteen, Mohler recuerda que “el Mormonismo empieza con una pluralidad de dioses, no con el monoteísmo de la Biblia. Jesucristo es un hombre exaltado, no la Palabra encarnada. La lista de diferencias doctrinales importantes [entre cristianos y mormones] continúa a través de todo el sistema de creencias”.

Por tanto, Mohler cree que Osteen necesita dedicar más tiempo a estudiar la Biblia en profundidad para no caer en un “cristianismo infantil” que puede llevar a grandes equívocos.

Mohler concluye diciendo: “Nuestra cultura admira a aquellos con poco compromiso teológico y un énfasis grande en la actitud. Y en el caso de Joel Osteen, es la cultura secular que ha influenciado al pastor y no es el pastor que está influenciando a la cultura”.

UNA DOCTRINA NO CRISTIANA
Uno de los mayores conocedores de sectas y religiones en España, José de Segovia, explica que no se pueden equiparar cristianismo y mormonismo, “primero, porque un cristiano es alguien que cree en un único Dios. Por lo que aparte de Él, no hay ningún otro dios. Los mormones sin embargo enseñan que hay muchos dioses y que nosotros, como seres humanos podemos llegar a ser dioses”. Es más, explica Segovia que según el mormonismo “podemos tener hijos espirituales, que nos adorarán y orarán, como hacemos nosotros con nuestro Padre celestial”.

La misma definición de un Dios que existe desde la eternidad tampoco se encuentra en el mormonismo. “Creen que Dios fue un hombre como nosotros, que progresó hasta llegar a ser un dios, por eso tiene un padre y un abuelo, y así hasta lo infinito”.

En cuanto a la centralidad cristiana de Jesús, “el problema para los mormones no está por lo tanto en negar que Jesucristo sea Dios, como los Testigos de Jehová, sino en que su propia idea de divinidad no es más que el resultado del progreso por el que cualquier hombre puede llegar a ser dios”.

Explica De Segovia que otra diferencia fundamental es que los mormones no confían en la obra de Jesús como suficiente para la salvación de los creyentes. La doctrina mormona dice que “‘no existe ningún hombre o mujer que viole los pactos hechos con su Dios del que no se exija el pago de su deuda’. Ya que ‘la sangre de Cristo nunca la borrará’. Es ‘vuestra propia sangre’ la que ‘debe expiarla’, dice la doctrina mormona (Journal of Discourses, vol. 3, pág. 247), ‘hay algunos pecados serios para los que no funciona la limpieza de Cristo’”.

Por último, Segovia recuerda que los propios líderes mormones han afirmado con claridad: “No somos protestantes”, en un escrito de Douglas y Jewel N. Beardall en 1979.

POLÉMICA HABITUAL
En todo caso, las polémicas alrededor de la fe de los aspirantes a la Casa Blanca son un tema recurrente en EEUU. El caso más claro es el de Barack Obama, qua aún ahora es objeto de debate por sus creencias religiosas. Mientras algunos sectores mediáticos han querido demostrar que sigue el Islam, el actual presidente de los Estados Unidos ha tenido que insistir una y otra vez que se considera cristiano evangélico.

Por su parte, tampoco es la primera polémica que origina Joel Osteen. Es conocida su promoción clara del Evangelio de la Prosperidad (que enfoca en el bienestar económico y físico como la consecuencia de vivir una vida cristiana llena de fe) y sus opiniones a menudo poco claras en doctrinas centrales del cristianismo.