En 2005, cuando el presidente Hugo Chávez acusó a la organización evangélica estadounidense Nuevas Tribus, que opera en el país desde 1946, de ser agentes del imperialismo y pidió (y logró) su expulsión del territorio nacional. A partir de entonces, las iglesias evangélicas han tenido problemas para registrarse en algunas regiones del país.
La imposibilidad de registrarse ante la Dirección de Cultos del Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia rige ahora en los estados Amazonas y Bolívar, aunque antes también afectaba a Apure y a Delta Amacuro.
Actualmente, alrededor de 3.200 iglesias evangélicas enfrentan este problema que es ya de larga data y hasta el momento no se dan a conocer las razones concretas.
En este país sudamericano
a los evangélicos se les exigen más requisitos que a otras iglesias, algunos de ellos imposibles de cumplir. Por ejemplo, se les pide constancia de funcionamiento en consejos comunales, algo que critica Maritza Banks, vice presidenta y consultora jurídica de la Iglesia Luz del Mundo de Venezuela, puesto que estas instancias nunca entregan copias de registro.
También se les solicita referencias personales y declaración ante el Servicio Integrado de Administración Aduanera y Tributaria, lo cual es imposible obtener si no les permiten registrarse. Banks informó que hasta hoy no han recibido un oficio, ni tienen conocimiento de que exista una ley que les indique concretamente qué medida están incumpliendo para no poder registrar las iglesias.
CONSECUENCIAS
La abogada explicó que
la falta de registro o inscripción en el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia trae consecuencias. "¿Quién les da un aval para hacer labores sociales a las iglesias si no están debidamente registradas?", pregunta.
Banks cree que la Dirección de Cultos del Ministerio de Relaciones Interiores y de Justicia está impidiendo el registro de los grupos religiosos, y solicita una revisión urgente de la medida ya que el 98% de las iglesias en el Estado Bolívar no tienen personalidad jurídica. Son miles los creyentes afectados, considerando que cada congregación tiene entre 50 y 300 feligreses.
El pasado 16 de agosto se realizó la tercera mesa de diálogo entre funcionarios del Ministerio de Interior y Justicia (MIJ) y representantes evangélicos para tratar el tema del registro de las iglesias. Por el momento no hay una conclusión, sino un acuerdo de realizar una mesa de trabajo entre el MIJ y el Servicio Autónomo de Registros y Notarías para ponerse determinar los requisitos que se solicitarán para dar el visto bueno y que las iglesias puedan inscribirse en el organismo.
NO HAN SIDO INVITADOS
A dicha mesa de trabajo no fueron invitados los miembros de las asociaciones evangélicas, por lo que parece difícil que se llegue a una solución favorable. Las entidades evangélicas no confían en el conocimiento que puedan tener del tema los funcionarios y citan el caso del circuito 3 de Caracas, donde les han devuelto documentos “porque los registradores desconocen el objeto y la misión de las iglesias cristiano−evangélicas”.
Banks afirma que no hay un criterio uniforme sobre los requisitos que deben presentarse en los registros, por lo que para un mismo trámite piden documentos diferentes, dependiendo de donde se realice la solicitud.
La jurista pidió que se dé el mismo trato e igualdad para todas las creencias religiosas y que no haya diferencias en los requisitos para el registro, puesto que -según informó- los evangélicos son vistos como asociaciones civiles religiosas. Banks señaló también que el convenio del Estado con el Vaticano es lo que no les permite la inscripción como Iglesia.
EXPULSIÓN DE NUEVAS TRIBUS
En 2005, el presidente Hugo Chávez acusó a la organización evangélica estadounidense Nuevas Tribus, que opera en el país desde 1946, de ser agentes del imperialismo, y pidió (y logró) su expulsión del territorio nacional. "Se van de Venezuela. Son agentes de una verdadera penetración imperialista. Se llevan información sensible y están explotando a los indios. Así que se van, y me importa un bledo las consecuencias que esto pueda traer", dijo en aquella oportunidad el primer mandatario.
A partir de entonces se creó el Plan de Defensa, Desarrollo y Consolidación del Sur, que busca defender la soberanía de la nación y la preservación de la cultura de las etnias indígenas, así como de la fauna, minerales y las principales fuentes hidrológicas de la nación, entre otras riquezas naturales del sur de Venezuela.
Las restricciones para hacer trabajos en el sur del país van más allá de lo religioso. El teniente coronel del Ejército Sergio Ciccolella, destacado por el Ministerio de la Defensa en el sur del país, explicó que no son sólo las iglesias evangélicas las que tienen ese problema, sino que los permisos se les han negado a varias organizaciones científicas que tienen otro objetivo, y de esto se ha encargado el Ministerio de Ciencia.
Asimismo, la medida alcanza a las personas que realizan documentales, las cuales deben solicitar permiso al Ministerio de Cultura si van a dirigirse a esas zonas. "Todos los que van a los pueblos indígenas dicen que preservarán la cultura, la religión, etc. Pero si no se cumplen los requisitos de la ley, las actividades no proceden, sea cual sea la actividad", indicó Ciccolella.
PASTOR OMAR PINTO
Ante esta situación, el pastor Omar Pinto, presidente de la Comisión de Pastores y Ministros del estado Bolívar, invitó a las autoridades a dirigirse a la zona para verificar lo que realmente ocurre.
Pinto sostiene que la iglesia cristiana no daña a la población indígena, sino que, por el contrario, la está ayudando.Como una forma de evaluar la situación y verificar quién daña el ambiente y las formas de vida de los indígenas, próximamente se realizará una reunión con el Ministerio de Pueblos Indígenas y se planificará una visita a esas regiones del país para conocer si las etnias más importantes avalan el trabajo evangélico en esas zonas.
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