Una gran cruz presidió el culto protestante que congregó a muchos miles de personas a orillas del río Elba, en el estadio de fútbol de la localidad alemana de Dresde, este pasado domingo 5 de junio. Fue con motivo del
final del trigésimo tercer Congreso Evangélico de Alemania.
Más de 120.000 fieles de toda Alemania han acudido desde el 1 de junio al 33 Congreso Evangélico de Alemania que este año se ha celebrado en Dresde, en el este del país.
Más de 120 mil cristianos evangélicos inscritos llegaron de todo el país, a los que se añadieron de otras naciones, para celebrar la edición número 33 de este evento, en el que se trataron cuestiones sociales, religiosas o políticas, sin rehuir los debates más comprometidos. En ese marco, se reunieron para orar y alabar a Dios en comunidad, en los más de 2.300 actos celebrados.
Algunos llegaron de la forma más original: en bicicleta tras recorrer cientos de kilómetros o incluso nadando 70 kilómetros del río Elba, como hizo un grupo de activistas ambientales checos. Durante cuatro días, los hoteles y pensiones de Dresden registraron lleno total, además de las miles de camas adicionales preparadas en escuelas u otros espacios. El evento está organizado casi en su totalidad por más de cinco mil voluntarios.
POLÍTICOS EVANGÉLICOS
En las Jornadas, que se celebran cada dos años en una ciudad distinta, este año bajo el lema “Ahí también estará tu corazón”,
participaron políticos del más alto rango del país, desde el presidente alemán, Christian Wulff, hasta la canciller federal Angela Merkel.
El debate sobre la seguridad y peligros para los usuarios en Internet contó con la presencia del ministro del Interior,
Hans-Peter Friedrich.
El presidente alemán,
Christian Wulff, aprovechó el evento para pedir una mayor relación e intercambio ecuménico entre las dos iglesias cristianas de Alemania, la católica y la protestante: “No soy teólogo, pero sé que muchos en las dos iglesias desearían, como yo, más colaboración ecuménica”, dijo.
También participaron
diversos ministros del gobierno alemán, como el de Interior, el de Defensa, y el presidente del Parlamento, Norbert Lammert.
La canciller Ángela Merkel realizó su discurso el pasado sábado con el tema "¿El mundo necesita un nuevo orden mundial? En su discurso, la líder democristiana (hija de un pastor protestante y de fe evangélica) tocó temas nacionales e internacionales.
"Si abandonáramos
la energía nuclear de la noche a la mañana, no podríamos cubrir nuestra demanda de energía", señaló. Merkel defendió así el calendario previsto por su gobierno para cerrar escalonadamente todas las plantas nucleares del país hasta el año 2022.
Con respecto a los refugiados, la canciller defendió la política implementada por la UE. "Túnez acaba de liberarse de una dictadura. Las personas que vienen ahora (a Europa) no vienen porque sean perseguidas, sino porque ven mejores perspectivas económicas", sostuvo. Para la mandataria, en los países sin dictaduras hay que ayudar desde el terreno para mejorar las perspectivas de sus habitantes. "Pero desde mi punto de vista, sería una señal equivocada decir: 'pueden venir todos a Europa'".
En otro punto de su discurso, Merkel arremetió también contra la persecución de cristianos en diversos países del globo. "Como cristianos tendemos la mano para abrir el diálogo a todas las otras religiones. Pero también esperamos que lo que para nosotros es indiscutible valga para todos los cristianos en todos los países del mundo".
DEBATES ABIERTOS
Las jornadas se celebraron en un ámbito de total apertura
sin evitar los debates más controvertidos, como los casos de abusos sexuales en la iglesia, en los que participó la representante de las víctimas de abusos, Christine Bergmann, o la integración de los inmigrantes de otras religiones en el país.
También se habló de la
energía nuclear, una de las cuestiones que está en primera plana de actualidad tras la decisión anunciada esta semana por el gobierno de avanzar en el apagón nuclear hasta 2022, a raíz de la catástrofe de Fukushima, en Japón.
“Estas jornadas pueden señalar un fuerte signo para un nuevo futuro energético”, señaló la presidenta de las jornadas, Katrin Göring-Eckardt, del partido de los Verdes y vicepresidenta del Parlamento alemán.
Sobre fe y política debatieron teólogos y ciudadanos, pero también sobre sexualidad y pareja desde una óptica cristiana.
LOS ORGANIZADORES
Los organizadores del evento señalaron que con estas jornadas se pretende dar un nuevo impulso a la fe. “Me alegraría si estas jornadas despertaran un mayor interés en las respuestas y el mensaje de la fe”, señaló la presidenta de las jornadas Göring-Eckardt.
La fiesta de cinco días tuvo una participación récord desde la celebrada en 1995 en Hamburgo. Y la mayoría de la gente llegó de Alemania Oriental. “Son las primeras jornadas realmente conjuntas de la iglesia alemana desde 1961”, consideró Göring-Eckardt, en referencia a la fecha de construcción del muro que dividió Alemania durante 28 años.
El teólogo Friedrich Schorlemmer se alegró de que las jornadas volvieran a tener un alto contenido político y social más que anteriormente, con temas centrales como la paz, la protección del medio ambiente o el apagón nuclear.
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