La crisis hipotecaria estadounidense está lejos de acabar y los propietarios de casas no son los únicos afectados. Y no sólo
afecta a megaiglesias como la conocida Catedral de Cristal. Como ejemplo de la situación puede tomarse a
“Lugares Altos”, una pequeña iglesia en el corazón de Atlanta, en el barrio que Martin Luther King Junior alguna vez llamó hogar. Su pastor desde 1994,
Dexter Johnson, creció en la histórica iglesia. “Dios me ha bendecido con un maravilloso grupo de gente que ama a Dios, al ministerio y a su pastor”, declara.
“Lugares Altos” empezó en 1903 como Iglesia Bautista Monte Galaad. Pero el pastor Johnson dice que en el 2009, Dios lo movió a cambiarle el nombre por el actual. El nuevo nombre coincidió con un nuevo edificio levantado de entre las ruinas después que un tornado destruyese gran parte del templo y dejase a la congregación sin templo por más de un año.
La tormenta que vino en marzo de 2008 mostró los fuertes fundamentos humanos y espirituales de la iglesia. Ahora, es una tormenta legal la que amenaza con llevarse el edificio. La iglesia tiene menos miembros, menos ofrendas, y la propiedad tiene menor valor, así que no pueden pagar la hipoteca de 600.000 dólares.
Refiriéndose a la situación en relación al banco acreedor, Dexter Johnson comenta que “ellos (los del banco) quieren su propiedad. Nos quieren fuera. No hay posibilidad de más negociaciones con el banco. Nos quieren fuera ya”.
El caso de “Lugares Altos” aún está en la Corte. Pero el desenlace no tardará, de hecho el templo ya está clausurado con una cadena con candado por orden judicial a la espera del final del juicio. Mientras, el pastor Johnson ora por un futuro mejor para su iglesia de 108 años. Necesitaría un milagro de 600 millones de dólares para mantener el edificio abierto.
MÁS DE CIEN IGLESIAS A LA VENTA
Para encontrar otras iglesias con avisos de embargo y puertas cerradas no hay que andar mucho. El pastor Darryl Winston encontró las cosas de su iglesia tiradas en el aparcamiento y declara que han vivido “una curva de aprendizaje”. Ellos han querido ayudar a otros: “Hemos gastado nuestras energías trabajando con otras iglesias, para que no tengan que pasar por lo que nosotros pasamos”, afirma.
Lo cierto es que
más de cien iglesias están a la venta sólo en el centro de Atlanta. Casi un tercio son propiedades embargadas. Rick Arlet, corredor de bienes raíces de fe cristiana, comenta que ningún banco o prestamista quiere ser conocido como el que dejó en la calle a los fieles de una iglesia. “No los culpo”, afirma.
Rick Arzet es conocido por su habilidad para cerrar tratos con iglesias situadas en el área que le ofrezcan una salida económica. Pero aún así, lograr ofertas como éstas son difíciles de conseguir. “El año pasado fue el peor. Era una lucha lograr cualquier cosa”, agrega Arzet.
Como resultado de la crisis, este corredor de bienes se volvió un asesor financiero para pastores. “El Señor está a cargo y Él va a tomar el control. Pero el Señor dijo pónganse una meta, escríbanla y hagan un plan sobre cómo lo van a lograr como si fuera un negocio. Lo dice en la Biblia. Tal vez no lo dice de esa forma, pero eso es lo que dice”, enfatiza.
MENOS EDIFICIOS, MÁS MISIONES
Esta situación ha originado también a situaciones novedosas. Por ejemplo llevó a una iglesia del área suburbana a poner su edificio en el mercado hace un año, aún sin pesar sobre él la amenaza de embargo. El Pastor Frank Mercer de la Iglesia Bautista Rolling Hills dice que la hipoteca estaba casi pagada cuando pidió a la congregación vender el edificio y usar las ganancias para financiar más obra misionera.
Ahora la congregación está en la calle durante la semana con más de 55 proyectos misioneros, y los miembros se reúnen en un cine los domingos. Este es un concepto que Frank piensa que crecerá, mientras el número de embargos a iglesias crece en Georgia, California, Michigan, Florida, Texas y otros estados.
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