Heartsong Church en Cordova, Tennessee, permitió que los miembros del
Centro Islámico de Memphis celebrasen las oraciones del Ramadán en su templo el pasado mes de septiembre. El otro caso es el de la iglesia
Aldersgate United Methodist en Alexandria, Virginia, que acepta que el
Círculo Islámico de América del Norte celebre regularmente las oraciones del viernes en su edificio, mientras construyen su nueva mezquita.
Tal actitud ha causado
disconformidad y polémica en la comunidad cristiana protestante. Algunos ven esta forma de actuar como un deber cristiano de ayudar al necesitado. Otros no están de acuerdo y alegan que quienes han optado por la cesión de su espacio cúltico a actividades religiosas islámicas han tomado un camino errado e incluso dicen que se está corriendo el riesgo que nazca una nueva religión llamada “Crislam”.
Diane Bechtol, de la iglesia Aldersgate, justifica que “los cristianos están llamados a ser hospitalarios y desarrollar buenas relaciones, incluso con aquellos que no comparten la fe”. “Creo que es uno de los principios de nuestra fe cristiana, brindar hospitalidad al extranjero”, dijo Bechtol. “Somos una congregación que quiere ser útil a la gente y si se nos pide que ayudar a un vecino en necesidad, eso es lo que hacemos.”
INCOMPATIBILIDAD
Sin embargo,
Alex McFarland,
teólogo protestante y locutor de radio, ha manifestado que los pastores de estas iglesias “han cruzado la línea del respeto y la tolerancia, la afirmación y el reconocimiento. Como Iglesia estamos llamados a mostrar el amor, estamos llamados a ayudar. El que un edificio se use al mismo tiempo como una mezquita e iglesia cristiana es simplemente incompatible. Creo que es de esas cosas políticamente correctas que han ido muy mal”.
Mohamed Elsanousi,
Director Nacional de Relaciones Comunitarias de la Sociedad Islámica de América del Norte, piensa por el contrario que el uso común de instalaciones “permite la libertad de culto de las personas en forma respetuosa y fortalece las relaciones”. Elsanousi dice que hay muchas iglesias y sinagogas, incluso otros lugares del mundo, donde los musulmanes comparten espacio con los cristianos y judíos. “Nos sentimos bien por ello”, dice.
Esta tendencia puede continuar, ya que la población musulmana en los EE.UU. sigue creciendo. Las construcciones de mezquitas en los Estados Unidos van en constante auge. Actualmente existen 1.897 mezquitas, con un aumento del 57 por ciento con respecto al año 2000.
MISIÓN DE LA IGLESIA
Según Jason Hood, prestigioso teólogo evangélico, existen otras maneras para compartir el amor de Cristo sin ir tan lejos: “El cuidado de los refugiados musulmanes es particularmente importante”, dice, junto con “compartir las comidas y actividades recreativas.”
Para
los miembros de la Heartsong Church el interactuar con sus vecinos musulmanes es algo que se ha convertido en habitual e incluso los musulmanes participan en su comida anual de Acción de Gracias.
Steve Stone, su pastor principal, aseguró a Christianity Today que no tienen intenciones políticas: “se fundamenta sólo en la concepción de la misión y naturaleza de la Iglesia”. También señaló que “no hubo negociación entre doctrinas. Ellos son musulmanes, nosotros somos seguidores de Jesús, ambos lados estamos muy claros en esto”.
Pero McFarland asegura que es importante recordar las “ramificaciones políticas” en las relaciones musulmanes y cristianos. “¿Qué pasaría si nos dirigimos a los musulmanes y les decimos: ¿podemos utilizar su mezquita para la adoración de Jesús, el hijo encarnado de Dios, aquel quien dijo nadie viene al Padre sino a través de mi? Dudo mucho de que hubiera reciprocidad”, expresa..
McFarland dice que estas iglesias corren el riesgo de crear algo llamado “Crislam”, una combinación de las dos religiones que, básicamente, dejaría a un lado las afirmaciones exclusivas sobre verdades básicas del cristianismo y el Islam.
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