Randall Price, arqueólogo, argumenta su denuncia y propone nuevas alternativas en la búsqueda de lo que sería un descubrimiento sin precedentes.
Como muchos otros, el investigador arqueológico Dr. Randall Price (de la Universidad Liberty, en el estado de Virginia, EEUU), reaccionó de forma escéptica cuando se le informó en su momento sobre el supuesto hallazgo del Arca de Noé. Price mismo estaba investigando sobre el Arca y se sorprendió al escuchar las noticias, que provenían de un equipo de comunicación chino y su guía local en Turquía, llamado Parasut.
Price, sin embargo, viajó al lugar para contrastar la noticia, y asegura ahora que después de ver el supuesto arca, se puede afirmar que se trata de un “gran fraude”. La réplica del Arca fue hecha por el propio Parasut para exigir dinero a NAMI”. Lo afirma con el conocimiento que le dio haber colaborado fugazmente con NAMI y el propio Parasut en los inicios de la investigación, cuando el guía turco sacó por primera vez a la luz las fotografías que apuntaban al Arca.
En una
entrevista con el canal de televisión CBN, Randall Price explica que las primeras fotos que aparecieron “estaban descontextualizadas”, no se podía determinar dónde fueron tomadas. “Desde entonces, hemos descubierto que la estructura de madera vino de un lugar llamado Trabzone, cerca del Mar Negro”. Las fotos habían sido hechas, cree Price, dentro de un barco de “unos doscientos años de antigüedad”, pero para nada se trataba del Arca. “Con algo de esta madera se construiría después el arca que se ha `encontró´´ en el monte Ararat, y este es el sitio al que se hizo venir al equipo investigador chino”.
COMPROBACIÓN SOBRE EL TERRENO
Price explica que en su más reciente expedición al Monte Ararat, él y su equipo entrevistaron a los lugareños de la región, e incluso pudieron hablar con personas que reconocieron haber ayudado a construir las estructuras que imitaban el arca. No puede dar sus nombres, dice el investigador, porque podría ponerse en riesgo sus vidas.
“Simplemente vaciaron un espacio de hielo y colocaron ahí la estructura de madera. Construyeron parte de una pared y parte de una planta, que es lo que se vio en las imágenes que difundió NAMI”, explica Price.
¿Por qué los lugareños explicarían la verdad del caso, si se jugaban la vida con ello? Price explica que las personas de la zona que ayudaron a montar el arca pensaron que se trataba de ayudar a preparar el escenario para una película. Y que de hecho, esto se confirmó cuando el equipo audiovisual proveniente de China llegó para filmar las imágenes.
“No fue hasta que lo vieron en televisión, en programas turcos, que se dieron cuenta que los productores decían que se trataba del Arca de Noé original”. Y ante esta situación, decidieron dejar claro que ellos no tenían la culpa de la mentira, que ellos no estaban de acuerdo con la difusión.
Sea como sea, Price considera que quienes montaron la estructura hicieron “un buen trabajo: parece como si hubiera estado allí desde siempre”.
Pero las opciones de que NAMI reconozca el error y denuncie a Parasut son muy bajas, cree el arqueólogo. De hecho, la organización que anunció el supuesto hallazgo ha contestado a las acusaciones de fraude con entrevistas y nuevos vídeos, en su página web. Además, a las denuncias de Price, NAMI ya ha contestado con una.
carta de respuesta dirigida a los medios.
ENTONCES, ¿SE PUEDE ENCONTRAR EL ARCA?
Randall Price mismo se ha dedicado a la búsqueda arqueológica del verdadero Arca de Noé durante mucho tiempo. Su equipo también ha estado investigando en el Monte Ararat. Y ha habido resultados.
“Con tecnologías de radar hemos descubierto un objeto muy grande la parte superior del cual está a unos 23 pies [7 metros] de la superficie”, explica. “Según los ángulos, está hecho por humanos, porque no hay nada en la naturaleza que crea ese tipo de ángulos”.
A esa poca distancia del suelo, Price cree que no será difícil excavar hasta allí cuando el hielo en la región se reduzca, el próximo verano. Hasta entonces, no quiere llegar a ninguna conclusión precipitada.
“Para hacer las cosas bien y ser científico sobre ello, no queremos decir nada hasta que hayamos hecho la excavación, descubierto el objeto, tomado muestras, grabado en vídeo y analizado los materiales”. Porque para Price, su investigación “no es pseudo arqueología”.
Si lo que han encontrado no fuera el Arca real, entonces Price no sabe qué podría ser. “No se me ocurre ninguna alternativa, porque no debería haber estructuras como lo que suponemos que hemos encontrado a tanta altura”.
Por miles de años el Arca de Noé ha estado perdida, según muchos creen, en la región este de Turquía. Exploradores, arqueólogos y equipos de televisión (
como el del canal español Cuatro, recientemente) han estado buscándolo activamente durante aproximadamente 150 años. Si finalmente alguien la encontrara, estaríamos ante lo que la mayoría de investigadores describirían como el descubrimiento arqueológico más grande de todos los tiempos
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