Simran Lamba, soldado de EEUU, no renuncia al turbante para ingresar en el ejército

Simran Lamba es un sijes o sikhs, es decir un seguidor del sijismo o sikhismo, religión india que se desarrolló en el contexto del conflicto entre las doctrinas del hinduismo y del islam. Como tal, debe llevar barba, pelo largo y turbante, condiciones incompatibles con la imagen de un soldado estadounidense. Sin embargo, allí está, integrando las filas sin renunciar a ninguno de estos atributos.

Y el motivo por el que las autoridades han accedido a esta concesión es muy simple: Simran, de 26 años, posee una condición que el ejército necesita: conocimiento de las lenguas indígenas hindi y punjabi. Pese a lo que marca la normativa -que data de 1984-, Lamba no ha tenido que elegir entre el ejército y su religión.

"Estoy... no puedo explicarlo. Es algo que no puedo explicar. Estoy muy orgulloso de mi mismo, muy orgulloso de llevar este uniforme. Tengo muchas ganas de desempeñar mi papel en el ejército y de desarrollar en él una larga carrera". Podrían ser las palabras de cualquier persona que ha logrado cumplir su sueño de ingresar en el ejército de Estados Unidos. Pero en el caso de este soldado tienen un sentido especial.

Tras diez semanas de entrenamiento en las que asegura no haber tenido ningún problema, el miércoles pasado Lamba se ha graduado y sigue teniendo claro sus ideas: "Me siento orgulloso de ser un sikh, me siento orgulloso de ser un ciudadano de EE.UU. y de llevar este uniforme", declaraba ya convertido en soldado raso