En las calles de la República Democrática del Congo, Marie Olive Kabila, es una celebridad. Cuando sale en público, lo cual es poco usual, las multitudes la aclaman.
La señora Kabila es la Primera Dama de la República Democrática del Congo, esposa del presidente Joseph Kabila, uno de los líderes africanos más jóvenes. Ella rara vez da entrevistas o habla públicamente, de modo que su participación en un reciente evento cristiano atrajo la atención nacional y sorprendió a muchos ciudadanos.
En una pequeña iglesia en el sector este de la capital Kinshasa, cientos de personas se reunieron cuando la señora Kabila declaró tres días de oración y ayuno nacional.
"Pueblo de Dios, este es un día muy especial para mí. Estoy aquí para decirles que nunca me avergonzaré del nombre de mi Señor. Lo necesitamos desesperadamente para sanar a nuestro país", señaló la Primera Dama.
¿TIERRA MALDITA POR SU RIQUEZA?
La República Democrática del Congo está, como dicen algunos, "maldita" por sus recursos naturales. En este territorio hay diamantes, cobre, oro, cobalto, zinc, entre otras riquezas. Pero justamente estos recursos naturales han despertado la codicia y han llevado al país al desorden. El Congo está muriendo política, económica y social y -de acuerdo a la señora Kabila- también espiritualmente.
Según la CIA, más de cinco millones de personas han muerto aquí desde 1998 por hambre, violencia y enfermedad.
El este del Congo alberga la mayoría de riquezas del país y es también la “zona cero” de la peor guerra del continente en este momento. Pese a un acuerdo de paz, tropas gubernamentales aún intentan evitar que grupos rebeldes tomen control de los minerales.
Hay cientos de miles de desplazados y decenas de miles de mujeres han sido violadas, torturadas y mutiladas: "Tenemos toda la riqueza mineral del mundo. Somos como la Tierra Prometida, pero estamos fluyendo muerte y destrucción", comenta una mujer de la zona.
ENFRENTANDO GIGANTES
Con la bendición de su esposo, la señora Kabila lanzó una campaña de oración en las ciudades principales. Recurrió a los medios para suplicar a sus compatriotas unirse a ella. Y la respuesta fue abrumadora.
Theodore Mugalu, asesor de la pareja presidencial comenta: "La Primera Dama es una persona fuerte en la fe. Ella sabe que sólo a través de la oración podemos enfrentar los Goliats de nuestra cultura. Por eso estos días son tan importantes".
Tres días después de lanzar la campaña de oración y ayuno en un estadio de fútbol, decenas de miles de personas se reunieron para adorar y orar. En la historia política de la República Democrática del Congo, ningún líder de estado ha llamado a días de oración y ayuno, de modo que lo que la Primera Dama está haciendo es monumental: "Quiero que sepan que el Presidente está apoyándonos hoy, aunque no esté aquí", dijo la señora Kabila. Varios de los artistas cristianos más reconocidos participaron en el evento.
LIBERACIÓN
En el cierre de la campaña de oración y ayuno, la señora Kabila motivó a sus compatriotas a seguir orando: "Este es sólo el principio. Queremos ser libres del diablo y los espíritus malignos que se pasean por nuestra nación. Creo que las murallas de Jericó están cayendo. Dios va a liberar a nuestro país".
Y una vez más, la Primera Dama sorprendió a muchos cuando, acompañada por un cantante cristiano reconocido, terminó la campaña cantando, pidiéndole al Espíritu de Dios descender sobre su tierra.
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