John Piper continúa trabajando en su alma y su familia en su ausencia ministerial

«Continuamos en el proceso de identificar las raíces de nuestros pecados más evidentes con el fin de confesarlos, arrepentirnos y buscar el poder transformador de Dios mediante la oración y el consejo bíblico» refiriéndose a él y a su esposa Noel, en una breve nota que fue leída en su congregación.

Piper dejó el púlpito de la iglesia que pastorea después de anunciar a la congregación la solicitud de su ausencia. Este permiso no se debe a un pecado en particular, sino por «defectos permanentes de carácter» -que incluyen el orgullo- y las tensiones que esto causa en sus relaciones interpersonales. En ese momento manifestó que sentía que su matrimonio, alma y ministerio necesitan verdaderamente ser revisados por el Espíritu Santo.

Piper, además de dejar el pastorado, dejó de escribir tanto blogs como libros, además canceló sus compromisos para dar conferencias (con alguna excepción que decidiría junto a su esposa), pues su prioridad era su alma y su familia. Además de dedicar más tiempo a la oración y la lectura bíblica, aprovecha el tiempo con su pareja para hablar «mucho más de lo habitual» y a relacionarse con su familia.

En el plano ministerial Piper indicó que, «estamos descubriendo que amamos más a Jesús que el amor que tenemos por el servicio a que le hacemos a Jesús. Nos encanta servir a Jesús, especialmente en la iglesia Bethelehem y tenemos muchas ganas de regresar».

A pesar de que Piper expresó su deseo de regresar no dijo nada en relación a cómo llevará a cabo su ministerio después de terminar su «salida». Actualmente, Kenny Stokes - ex pastor del campus central de Belén - está sirviendo como pastor interino para la Predicación, mientras que Piper está ausente.