Sudáfrica: la Iglesia Anglicana intercedió para liberar a la pareja gay de Malawi

En un documento firmado en nombre de “los obispos anglicanos del África Austral”, el arzobispo Makgoba sostuvo que esta postura no significa aprobación ética de las relaciones homosexuales, ya que “hay una gran amplitud de puntos de vista teológicos entre nosotros sobre la sexualidad humana”, pero sí su convicción de “estar unidos a la hora de oponernos a la criminalización de las personas homosexuales".

En otro párrafo, los religiosos consideran la sentencia contra la pareja condenada a 14 años de prisión y trabajos forzados, como “una grave violación de los derechos humanos”.

Los obispos pedían al presidente Zuma y al gobierno sudafricano "presionar al gobierno de Malawi a todos los niveles para cumplir el compromiso que surge a través del Tratado de la Comunidad para el Desarrollo de África Austral (SADC) para promover los derechos humanos. Les instamos a ejercer su presión por la rápida liberación de estas dos personas, que no han cometido ningún acto de violencia o atentado contra de nadie", añadió el comunicado.

El pasado 18 de mayo, el juez Usiwa declaró culpables de indecencia, sodomía y actos contra natura a Monjeza y Chimbalanga, detenidos el 28 de diciembre, dos días después de celebrar su compromiso públicamente. La organización humanitaria Amnistía Internacional los ha declarado "presos de conciencia".

HOMOSEXUALIDAD EN AFRICA
En el documento, los líderes anglicanos mostraron su preocupación sobre la creciente homofobia que vive su continente y condenaron “el lenguaje violento utilizado contra la comunidad gay en toda el África Subsahariana, y el aumento de acciones legales tomadas contra personas, comunidades y organizaciones homosexuales”.

La homosexualidad está prohibida en 37 países africanos y en algunos se debate el endurecimiento de penas. El caso más grave es el de Uganda, donde una propuesta de ley pide la pena de muerte para el delito de «sodomía». Además, según un informe del Centro Pew de Investigaciones, hasta un 98% de la población de países como Camerún, Kenia y Zambia «rechaza» la homosexualidad.