Haití: Fiscal pide seis meses de cárcel para la misionera que intentó sacar niños del país

El fiscal Jean-Francois Sonel intervino ante un juzgado de Puerto Príncipe en la primera audiencia, exigiendo un fallo acusatorio para la misionera, acusándola de tráfico ilegal de menores. El fiscal expuso que Silsby sabía que violaba la ley cuando trató de transportar a los niños sin los documentos apropiados hacia un orfanato que ella misma fundó en la vecina República Dominicana.

Aunque la investigación abarca a un grupo de nueve misioneros bautistas, Silsby, que encabezaba oficialmente la misión, fue la única persona que declaró durante la primera jornada del proceso. Los otros misioneros fueron todos liberados ya que las imputaciones contra ellos fueron rechazadas por el tribunal en una sesión preliminar.

Sonel reiteró que la inculpada violó el Estatuto de 1980, firmado por el entonces dictador Jean-Claude Duvalier, que restringe los viajes con menores y establece rígidas normas para conciliar su salida. Seis meses de cárcel es la condena mínima recomendada por la ley penal del país para dichos casos.

SILSBY ESPERA Y LEE LA BIBLIA
La misionera pasó la mayor parte de la audiencia leyendo la Biblia. Está en custodia desde el 29 de enero, cuando ella y otros nueve norteamericanos fueron detenidos en compañía de un grupo de menores en la frontera dominicana, justo cuando el país isleño estaba en pleno desastre tras el terremoto más fuerte de su historia. La petición de sus abogados para que la pusieran en libertad bajo fianza fue inmediatamente denegada.

La sentencia más corta sería dictada en caso de que la justicia haitiana no lograra probar los motivos de lucro en la actuación de la misionera. Sin embargo, la desobediencia a las leyes en Puerto Príncipe, así como en la mayoría de países herederos del derecho romano, siempre ha constituido un delito, por lo que Laura Silsby tendrá que responder.

Seis meses es también la sentencia que la fiscalía pide para Jean Sainvil, un pastor residente en Atlanta, pero originario de Haití, que como no está a disposición de la justicia nacional, el tribunal está decidido a averiguar su responsabilidad en su ausencia.

Es de destacar la situación en la que se realizó la audiencia, pues todo el tribunal, los abogados de la acusada y el fiscal con sus asistentes, además de varios reporteros y algunos espectadores apenas cabían en una carpa que se había instalado en el estacionamiento del antiguo edificio del Juzgado, que fue completamente destruido por el temblor.

Dentro de pocos días se puede esperar un fallo definitivo, según prometió el juez Cyprien Denis.