John Piper se retira de forma voluntaria para «evaluar su condición espiritual»

Algo nada habitual. Un reconocido predicador, que no ha sido acusado (y que no va a serlo) de nada pecaminoso o ilegal, ha decidido por sí mismo hacer un paréntesis en su ministerio para examinar a fondo su condición espiritual.

John Piper es considerado uno de los predicadores más influyentes entre los pastores protestantes a nivel mundial, y tiene publicados numerosos libros de éxito.

Piper pidió disculpas a la congregación que pastorea, la Iglesia Bethlehem Baptist Church en Minneápolis, por no ser específico; a la vez que indicó que su retiro momentáneo no se debe a conductas inmorales sino a "pecados en mi alma", a "defectos de carácter permanente" que el cree que han llegado a afectar a personas cercanas.

Hizo el anuncio de su retiro temporal después de predicar sobre Jesucristo y la cruz que soportó. Lo hizo el domingo previo a Semana Santa y éste fue el primero de los cuatro sermones que precedieron su excedencia en el ministerio y la iglesia.

"Veo a varias clases de orgullo (en mi vida)", dijo Piper, "y no deben llegar a alcanzar el nivel que me pueda descalificar en el ministerio. Sin embargo, aunque creo que actualmente no me descalifican, me entristecen".

NIVELES DE ADICCIÓN
Durante los 30 años que ha estado predicando, Piper afirma que nunca ha dejado de lado su pasión por ser útil y productivo para la causa de Dios; pero "en este momento voy a dejar de lado todo eso". “Eso” significa que no predicará, ni escribirá libros, ni siquiera en los blogs, ni tampoco twitteará; salvo algunas pocas excepciones que deben ser aprobadas por su esposa.

El predicador de 64 años señaló que "uno de los objetivos de este `ayuno´ es determinar los niveles de adicción (de mi vida) o, como Paul Tripp o Tim Keller dirían ´niveles de idolatría´ ".

El descanso voluntario de Pipper de su trabajo como ministerio espiritual durará 8 meses, y también servirá para consolidar su matrimonio, que ha cumplido 41 años. Esta prueba de vivir la realidad fuera de los focos del poder y la fama es la que pasará el alma de Jhon Piper... y le servirá para reevaluar no sólo su propia vida, sino sus relaciones personales y despejar su visión “con mi matrimonio ... y con mi futuro ... cuando deje de beber la copa llena del orgullo venenoso de la fama y la notoriedad internacional", señaló. "Tengo que averiguar todo eso y yo no conozco otra manera de hacerlo."

Aunque no tiene definido qué ocurrirá tras estos ocho meses, Piper dijo que espera seguir predicando por lo menos cinco años más después de este retiro temporal.