Los legionarios indicaron que les llevó tiempo "asimilar" como ciertas las conductas atribuidas a Maciel, de quien se supo, después de su muerte, que tuvo una hija con una mujer mexicana que vive en España, ya reconocida por la orden, así como dos supuestos hijos en México.
“Habíamos pensado y esperado que las acusaciones presentadas contra nuestro fundador fueran falsas o infundadas”, admitieron los religiosos en un comunicado. Pero no ha sido así por lo que “no podemos mirar a su persona como modelo de vida cristiana o sacerdotal”, dicen, al tiempo que reprueban estos actos que calificaron como “contrarios a los deberes de cristiano, religioso y sacerdote”.
Las acusaciones de abuso sexual contra Maciel comenzaron a surgir a partir de 1995 por parte de unos 30 ex seminaristas y sacerdotes, que llegaron a tener cargos importantes dentro de la congregación y que decidieron hacer las revelaciones en su edad adulta. Pero en vida de su fundador los legionarios se negaron a aceptar las denuncias, incluso en 2006, cuando Maciel fue "invitado" por el Vaticano a abandonar el ministerio público y llevar una vida de oración y penitencia, sin revelar las causas.
Hoy, por medio de la carta difundida en Roma, la dirección de la LC declara: "Queremos pedir perdón a todas aquellas personas que lo acusaron en el pasado y a quienes no se dio crédito o no se supo escuchar, pues en su momento no podíamos imaginarnos estos comportamientos".
A ello añade que "si resultase que ha habido alguna colaboración culpable, actuaremos según los principios de la justicia y caridad cristianas, responsabilizando de sus hechos a estas personas".
GRATITUD AL PAPA
Los legionarios expresan su gratitud al Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, no sólo por renovarles "su solidaridad y su plegaria en estos momentos delicados" sino también por haberles ofrecido "el instrumento de la Visita Apostólica para ayudarnos a superar las dificultades existentes. Así, esperamos dar los pasos necesarios para consolidar los fundamentos, la formación y la vida cotidiana de los legionarios de Cristo y de los miembros del Movimiento Regnum Christi".
Igualmente agradecen "a los cinco visitadores apostólicos y expresan su intención de acoger "con obediencia filial las indicaciones y recomendaciones del Santo Padre que resulten de la Visita Apostólica”, comprometiéndose a ponerlas en práctica.
Por otra parte, reconocen, con la mirada puesta en el futuro, que este período de su historia les ha servido para "reflexionar sobre su identidad y misión" y que asumen "la responsabilidad de profundizar en la comprensión de nuestra historia, carisma y espiritualidad". Los religiosos afirman que la situación les ha impulsado a "revisar con humildad y sencillez diversos aspectos de nuestra vida institucional".
MACIEL, INSTRUMENTO DE DIOS PERO NO MODELO
El texto asegura que "Dios, en sus misteriosos designios, eligió al P. Maciel como instrumento para fundar la Legión de Cristo y el Movimiento Regnum Christi, y agradecemos a Dios el bien que realizó. A la vez, aceptamos con dolor que, ante la gravedad de sus faltas, no podemos mirar su persona como modelo de vida cristiana o sacerdotal".
Además, la actual dirección de los legionarios, explica que inspirándose "en el ejemplo de Cristo que condena el pecado pero busca salvar al pecador, y convencidos del significado y la belleza del perdón, encomendamos a nuestro fundador al amor misericordioso de Dios".
Por otro lado, en la carta con la que el director general de la Legión de Cristo, Álvaro Corcuera, presenta el comunicado a los miembros del movimiento laical Regnum Christi, aborda la intervención de los directores como uno de los factores que han determinado el rumbo de su historia: "Vista desde la perspectiva humana, se podrá juzgar que ha sido más o menos acertada. O desacertada. Repasando en particular mi propia actuación, dada la responsabilidad que me atañe, puedo asegurarles que en todo momento he intentado proceder con la mayor pureza de intención y la máxima prudencia", apunta.
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