La primera dama de Irlanda del Norte deja la política tras revelarse su adulterio con un joven de 19 años

El escándalo ha sido aprovechado por sus detractores, que no perdonan a Iris la manifiesta doble moral que revela su hasta ahora desconocida historia. Las últimas noticias han resquebrajado por completo la imagen de Robinson, firme defensora de la moral cristiana tradicional y que en su trayectoria política ha apelado a menudo a la Biblia en debates en torno a temas como el aborto o la homosexualidad.

Este domingo pasado, la prensa local revelaba más datos escabrosos de su vida personal. Kirk McCambley, un joven que gracias a la ayuda económica de Iris ahora regenta un café con sólo 19 años, mantuvo una relación sentimental con la popular política. El padre de Kirk era un carnicero de Belfast, amigo de Iris... y también su amante, hasta que falleció a causa de un cáncer en 2008.

El hombre se llamaba William McCambley, y ella se comprometió a cuidar de Kirk en ausencia de su padre, según cuenta la misma Iris, aunque parece obvio que el fallecido padre no pensaba en la clase de cuidados que finalmente Iris dio al joven. Pero otro amante aparece también ahora en la cada vez más larga historia secreta de Mrs. Robinson: un compañero del DUP, el partido unionista al que pertenecen ella y su esposo. La historia sucedió a mediados de los 80.

CONSECUENCIAS POLÍTICAS
El primer ministro, Peter Robinson, confesó el pasado miércoles ante las cámaras que su esposa Iris le había sido infiel. El jueves se supo que la señora Robinson había vulnerado la ley para procurar un beneficio económico de su joven amante. La revelación podría precipitar una crisis en el Gobierno del Ulster, gobernado por un Ejecutivo de coalición que presiden republicanos y unionistas.

Por lo pronto, ya ha tenido una consecuencia: la decisión del DUP de desposeer a Mrs. Robinson de sus cargos de concejala de Castlereagh y diputada en Westminster y en Stormont. Quizá sabedores de la cólera del fundador del partido, el reverendo protestante Ian Paisley, que según cuenta la prensa está muy defraudado con los Robinson por todo este escándalo.

ACUSACIONES DE HIPOCRESÍA
Las noticias sobre el adulterio de la señora Robinson ha sorprendido a todos. Iris era conocida por su sobriedad en público, también por sus juicios severos. De hecho, reprochó a Hillary Clinton que perdonara las infidelidades de su marido. «Ninguna mujer puede aceptar lo que ella toleró a su marido cuando era presidente. Sólo estaba pensando en el futuro de su propia carrera política», declaró poco antes de las presidenciales norteamericanas.

Pero mantener las apariencias no es un asunto baladí en Irlanda del Norte. Valga como ejemplo saber que Peter Robinson no bebe alcohol por razones religiosas. En 10 años sólo han cenado una vez en un restaurante en Belfast. Una vida ejemplar que se rompe en pedazos.

Por otra parte, Iris tiene ahora otro grave problema. No sólo su vida personal, sino el uso del dinero público, que la podría llevar a los tribunales. La primera dama nunca dio cuenta de sus intereses personales en las operaciones con las que financió el negocio de su joven amante. Según revela la prensa, ella se quedó con un 10% del dinero que consiguió para Kirk para saldar sus propias deudas. Y cuando rompieron tras varios meses como amantes, le exigió la devolución del dinero y quiso que la mitad fuera directamente a las arcas de su iglesia. También informan que intentó suicidarse cuando en marzo del año pasado su marido lo descubrió todo.

Iris ha hecho acto público de contrición y ahora fuerza su desaparición del panorama público, aunque no lo tendrá nada fácil tras los tristes escándalos revelados.