Benedicto XVI y Rowan Williams acuerdan continuar el diálogo ecuménico

La reunión entre ambas jerarquías es la primera tras el polémico anuncio del Vaticano, el 20 de octubre pasado, de abrir las puertas de la Iglesia católica a todos los anglicanos que lo deseen, sacerdotes casados incluidos, un movimiento que ha sido juzgado por teólogos progresistas como una ataque ventajista, aprovechando los momentos de debilidad en la estructura de la iglesia anglicana por su crisis interna.

Una medida polémica que, sin embargo, también podría remover antiguas reivindicaciones dentro de la iglesia de Roma. Entre ellas, la supresión del celibato obligatorio para sacerdotes, algo que no existe entre los anglicanos y que Roma respetaría entre los que se trasladen a la comunión católica.

Según dijeron a la BBC fuentes cercanas a Williams, éste habría aceptado las explicaciones del Papa, que señaló que la invitación se hizo a petición de anglicanos «tradicionalistas», y no con la intención de atraer sacerdotes ni de minar las relaciones interreligiosas.

La reunión entre Williams y el Papa estaba programada antes de que la Santa Sede anunciase que permitiría la entrada de los anglicanos. Desde entonces, entre 30 y 50 obispos y un centenar de parroquias han mostrado su deseo de incorporarse a la Iglesia de Roma, mientras una gran mayoría de obispos han mostrado su rechazo. En la reunión también se ha dado luz verde al diálogo ecuménico, que estaba suspendido por parte católica.