El Gobierno ya se ha manifestado en contra de la iniciativa.
La democracia directa suiza, muy inspirada en la filosofía protestante, establece que cualquier ciudadano o grupo de presión pueda reunir esta cantidad en el plazo de 18 meses para exigir una enmienda de la Constitución.
El 8 de junio de 2008 la Unión Democrática del Centro entregó la iniciativa popular «Contra la construcción de minaretes» respaldada por 113.540 firmas válidas. El 29 de noviembre la ciudadanía suiza decidirá si a los cuatro alminares que existen hoy en el país se sumarán otros.
CONTRA «UN SÍMBOLO POLÍTICO»
Los autores de la iniciativa dicen que no pretenden atacar la libertad de culto ni la religión musulmana. «Nosotros no atacamos en absoluto la práctica religiosa, ya que el alminar no es necesario para esta práctica», explica Oskar Freysinger, diputado de UDC y miembro del comité de la iniciativa. «Aunque en nuestra opinión, el alminar (o minarete) es claramente el símbolo de un Islam político que intenta apaciblemente tener su lugar en Europa y en Suiza».
«Es un poco como el velo de las mujeres que simboliza una cierta posición de la mujer y que es incompatible con nuestras leyes civiles», explica Freysinger. «No procede, por lo tanto, aceptar nuevos alminares sin la garantía de la aceptación sin restricción de nuestro derecho civil por parte de los musulmanes».
Para los adversarios de la iniciativa, no hay que ver un símbolo político en los alminares. «¿Es que los campanarios son un símbolo político del catolicismo? No lo creo», declara el diputado verde Antonio Hodgers. «Es solamente un elemento arquitectónico que da un simbolismo religioso a un edificio, se trate de un campanario o de un alminar».
¿AMENAZA CULTURAL O REFLEJO DEMOCRÁTICO?
¿Constituyen los minaretes una amenaza para la cultura suiza o son un reflejo de la tolerancia y la democracia? Los adversarios de la iniciativa consideran que ésta atenta contra los derechos humanos y daña la imagen de Suiza. Para la ministra de Justicia, Eveline Widmer-Schlumpf, prohibir la construcción de minaretes podría amenazar la convivencia pacífica de cristianos y musulmanes. El Gobierno y el Parlamento suizos recomiendan a los votantes rechazar la iniciativa.
La ministra de Justicia aclara que «la Constitución garantiza la libertad religiosa, y uno de sus propósitos es prohibir la discriminación». Así que «prohibir a una sola comunidad religiosa construir un elemento simbólico de su creencia es discriminatorio», explicó Widmer.
En cuanto a la votación popular, la ministra expresó su confianza en que «la iniciativa será rechazada». Para ella, la población «verá que no es el camino apropiado para solucionar eventuales problemas». Además, apeló a que si se aprueba la iniciativa, podría ser denunciada «ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos» ya que «contradice claramente la Convención Europea sobre los Derechos Humanos».
En Suiza hay cuatro alminares. Las torres de oración quedan en Ginebra, Winterthur, Zúrich y Wangen en Olten. Según un estudio de la Comisión de Extranjeros, existen en Suiza alrededor de 130 centros culturales y moradas de plegaria. La mayoría de estos lugares funciona en viviendas o edificios comunes.
POLÉMICA IMAGEN
Los partidarios de la iniciativa han desatado otra polémica con las imágenes utilizadas en la publicidad que están repartiendo. Tanta que Basilea, Lausana y Friburgo, entre otras ciudades, lo han prohibido, aunque otras como Zúrich, Lucerna y Ginebra lo permiten basando su decisión en la libertad de expresión. El cartel muestra a una mujer cubierta con velo y alminares con forma de proyectiles sobre la bandera suiza.
La Comisión Federal contra el Racismo también se ha expresado en contra, y sostiene que el cartel alimenta los prejuicios y no favorece la cohesión social.
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