La situación ha hecho saltar de golpe todas las alarmas en torno a la Gripe A, y ya se han confirmado seis muertes en Buenos Aires, mientras las provincias extreman las medidas contra contagios. En total se registraron oficialmente hasta ahora 2.800 casos de infección por el virus de la H1N1 en Argentina. La Presidenta de la nación aseguró que "se tomarán las medidas que sean necesarias". Gobiernos e instituciones provinciales restringen actividades para evitar el rápido avance de la pandemia, y dentro de esta situación se incluyen las iglesias evangélicas.
La gran pregunta para los evangélicos es si se cancelan o no las actividades congregacionales, y hasta qué punto.
Juan Gattinoni, de la Red de Liturgia y Secretario regional del
CLAI opina que "así como en el Antiguo Testamento vemos indicaciones sobre cómo cuidarse y cuidar a los demás ante enfermedades contagiosas, vale la pena ser prudente hoy también porque formamos parte de esta sociedad que pasa por un momento y situación especial", afirma.
Por ello,
considera que se debe evitar una actitud a la que los cristianos “somos propensos, a ser un tanto omnipotentes (cosa que a Dios no agrada) y pensar que a mi –a nosotros- nada va a pasarme, porque Dios me cuida. Y así seguimos nuestra vida normal sin prestar atención a las advertencias de peligros o dificultades. Tampoco es cuestión de tener miedo y aislarse en una burbuja hasta que pase la tormenta”, considera Gattinoni.
En el mismo sentido
Gerardo Oberman, Presidente de las Iglesias Reformadas en Argentina, envió una circular a sus comunidades, donde desgrana una serie de recomendaciones, cuando aún no se ha producido por las autoridades el cierre de lugares públicos o de concentración masiva, explicando que “nuestros cultos y actividades pueden proseguir, siempre que las instancias gubernamentales no declaren una emergencia sanitaria que prohiba las reuniones cúlticas. Por supuesto que hay que tomar algunas medidas preventivas” (medidas concretas que relata la circular, y pensadas para evitar en lo posible la propagación del virus).
Oberman, quien pertenece a la Red Crearte de liturgia, en un
análisis más en profundidad sugiere en una carta que cuando la situación pase, con más serenidad, se invite "a
reflexionar a la membresía de nuestras iglesias sobre las pandemias silenciadas, aquellas que no nos generan alarma porque no nos amenazan de manera directa: las miles de muertes por desnutrición infantil, las cantidades de muertes a causa del abuso del alcohol y de las drogas, las muertes anuales en accidentes de tránsito, las muertes por trastornos respiratorios derivados de gripes normales (que matan más que esta gripe nueva), las muertes de personas en situación de pobreza extrema por causas evitables".
SUSPENSIÓN DE REUNIONES
En la ciudad de
Buenos Aires, organizaciones religiosas de distintas confesiones,
han comenzado a suspender reuniones que significaban concentración de personas, como medida preventiva.
En otros lugares, como es el caso de Resistencia, además de apoyar las medidas oficiales sanitarias e higiénicas, se han suspendido reuniones entre semana y grandes eventos previstos para este mes, y sólo se mantendrán los cultos de los domingos. Así, el Consejo Pastoral de Resistencia ha anunciado que decidió
postergar para una nueva fecha la gran cruzada “Chaco Oramos por Vos” con el Evangelista Carlos Annacondia que iba a realizarse los días 20 al 24 de julio.
El presidente del Consejo Pastoral de Resistencia Ricardo Montiel señaló que frente a la emergencia sanitaria, el decreto dictado por el gobernador y el llamado del subsecretario de Gobierno y Culto de la Provincia José Mongeló, “los referentes pastorales de la ciudad nos hemos reunido y hemos decidido varias medidas concretas con el fin de colaborar con la prevención ante ésta emergencia sanitaria”, indicó el religioso este viernes.
Entre esas medidas, como antes se expuso, está la suspensión de todas las actividades programadas en las Iglesias o en otros lugares, que generen aglomeración de personas, con excepción de los cultos dominicales.
Decidieron también los Pastores Evangélicos del Consejo Pastoral y de la Federación de Pastores que “mientras dure la emergencia nuestras reuniones serán cortas, concretas y con todas las prevenciones higiénicas y sanitarias que estén a nuestro alcance, porque asimismo entendemos que frente a ésta emergencia no sería apropiado dejar sin asistencia espiritual a nuestra población, con contención anímica y emocionalmente para que puedan refugiarse en la fe”, sostuvo Montiel.
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