Extremistas hindúes, contra Chaplin por ´cristiano´

"Estoy realmente sorprendido de que la gente relacionase a Chaplin con ser cristiano y no permitiese la estatua", declaró un atónito director a una televisión local. Sucedió en la ciudad de Baindur, en la región de Karnatana (oeste del país). Medio centenar de personas detuvieron el rodaje, esgrimiendo que los terrenos en los que estaban erigiendo la estatua pertenecían a un templo cercano y el equipo de rodaje carecía de los permisos necesarios.

Según ´The Times of India´, cuando Hedge mostró la documentación oficial los radicales —pertenecientes según el diario al partido Bharatiya Janata Party, que gobierna la región— sugirieron que en lugar de la estatua del actor colocase una de Swami Vivekananda, un misionero hindú del siglo XIX.

Las autoridades han dicho que no pueden hacer nada porque no se ha presentado una queja formal y, de hecho, han apoyado a los manifestantes, diciendo que sus quejas se debían al descomunal tamaño de la estatua (20 metros de altura) y no a que el actor fuese "cristiano y no indio". Sin embargo, un líder local del partido, K Lakshminarayana, ha insistido en el origen del actor: "Si los locales están en contra de esta estatua, yo también estoy en contra. ¿Por qué uno debe preocuparse tanto por Charlie Chaplin, que ni siquiera era indio?", ha declarado a ´The Times of India´.

En cualquier caso, el director no ha desistido y planea colocar su estatua en otro lugar de Karnatana, posiblemente en Bangalore, para seguir con el rodaje. "En el último año, los episodios de intolerancia han sido sucesos vergonzosos para Karnataka. No sólo es porque se hayan opuesto a la estatua de Chaplin, es porque estos elementos son anticonstitucionales", ha declarado al diario indio Girish Kasaravalli, conocido cineasta de la región.

El año pasado, en esta región se registraron al menos 112 ataques anticristianos. La disputa por la estatua de Chaplin forma parte de un movimiento por parte de los extremistas que denuncian que los valores indios están amenazados por las importaciones culturales de occidente, informa el diario británico ´The Times´. Los partidos de críquet, las escenas cinematográficas de besos o el Día de San Valentín han sido otros objetos de sus críticas.