Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, ha tenido un recibimiento muy frío en su visita al Papa. Era el primer encuentro del Papa con un alto representante de Estados Unidos desde la toma de posesión de Barack Obama, que tuvo lugar la pasada semana en un clima casi glacial.
El Vaticano no difundió la fotografía de la visita de Nancy Pelosi al Papa, y su escueto comunicado ni siquiera calificaba el encuentro como cordial, sino simplemente como “breve”.
El texto dejaba claro que la reunión de la portavoz de la Cámara de Representantes con Benedicto XVI había tenido lugar “al término de la Audiencia General”, lo cual rebaja el nivel de protocolo, y se limitaba a recoger un sólo tema: que el Papa insistió a la señora Pelosi en la defensa legislativa de la vida humana.
En una frase larguísima, incluso para las costumbres vaticanas, el comunicado afirmaba que “el Santo Padre aprovechó la ocasión para explicar que la ley moral natural y la enseñanza constante de la Iglesia sobre la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural imponen a todos los católicos, y especialmente a los legisladores, a los juristas y a los responsables del bien común de la sociedad, el cooperar con todos los hombres y mujeres de buena voluntad para promover un ordenamiento jurídico justo, orientado a proteger la vida humana en todos sus momentos”.
PELOSI EVITA ENTRAR EN POLÉMICAS
Poniendo el acento en la frase “desde la concepción hasta la muerte natural”, el Papa ha dejado clara su posición de rechazo tanto al aborto como a la eutanasia. Por lo que atañe personalmente a Nancy Pelosi, personaje muy importante en el Partido Demócrata, el choque se produciría especialmente por su insistente defensa del aborto que, como advirtieron en su día los obispos americanos, ha acabado llevando a las protestas del Catolicismo. A ello se añade el hecho de que pese a que Pelosi se considera católica, mantiene una postura sobre el aborto poco acorde con la postura vaticana.
En todo caso, la representante de EEUU ha dado su propia versión sobre el encuentro. Pelosi ha expresado a los periodistas la “gran alegría” que le había supuesto haber sido recibida, junto con su marido, por Benedicto XVI.
DEBATE SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD EN LA ONU
Por otro lado, están las tensiones que El Vaticano está viviendo en el seno de la ONU. Junto a muchos países africanos y a movimientos musulmanes, el Catolicismo ha rechazado el pasado miércoles el reconocimiento expreso de la homosexualidad. Se han opuesto de forma categórica a la defensa de la libre orientación sexual, tal como establece un proyecto de texto de la ONU que está en proceso de elaboración.
Los principales impulsores de este confrontamiento son Sudáfrica, y algunos países musulmanes como Irán, Arabia Saudí e Indonesia. Se oponen a que durante la futura conferencia de Ginebra sobre racismo se incluya una mención especial a la discriminación contra los homosexuales.
En cambio, los representantes de los países occidentales, entre ellos Estados Unidos, y los latinoamericanos, intervinieron para defender la libre orientación sexual en el texto.
“NO SE PUEDE INTERNACIONALIZAR EL CONCEPTO”
En su estado actual, el proyecto de declaración propondría “condenar todas las formas de discriminación y todas las otras formas de violaciones basadas en la orientación sexual”.
Egipto y Nigeria han argumentado que la conferencia no puede "internacionalizar un concepto que no ha sido aceptado en las instancias (de la ONU) concernidas, ya sea la Asamblea General o el Consejo de Derechos Humanos". Es decir, la mención no debería ser incluida si previamente no se ha aprobado en votación general.
Holanda replicó estimando que “los crecientes desafíos” planteados por la discriminación a causa de la orientación sexual “no habían recibido un reconocimiento internacional suficiente”. Ante la falta de un acuerdo, las discusiones han sido aplazadas a una fecha posterior.
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