¿Por qué? Porque la
IURD (Iglesia Universal del Reino de Dios) se aprovecha de la crisis para atraer fieles desesperados, con su
“teología de la prosperidad” (si das dinero a Dios –léase IURD- Dios te devolverá mucho más). Así logra que muchas personas necesitadas den lo poco que tienen como si jugasen a la lotería de Dios con la seguridad de que les va a tocar un gran premio.
Esto es lo que ocurre habitualmente en sus reuniones religiosas, como en la presidida por el obispo Paulo Roberto de la IURD en México cuando gritó “¡si usted da, Dios le da!”, después de decir que la crisis no debería servir de pretexto para negar el diezmo o la ofrenda. 20 dólares son los diezmos mínimos que deben dar a la IURD para que –según su versión- Dios cumpla los milagros que la IURD promete en su nombre.
Ni siquiera las diferencias culturales ni la barrera del idioma enfrentada por el ‘portuñol’ de los pastores brasileños, representan obstáculos a la IURD. “El diezmo es la palabra clave para abrir las puertas de Dios”, predica el obispo Paulo Roberto desde el altar de su templo al desempleado, al enfermo de cáncer, a las madres solteras, a los endeudados, a los negociantes fracasados, a los divorciados, entre otros. Si quieren parar de sufrir, precisan seguir al obispo, y sobre todo dar dinero. “Si usted da, Dios le da”, repite Paulo Roberto, al pedir donativos.
Una de las mujeres presentes (Mercedes) levantó la mano y tiró, en una bolsa roja, los 500 pesos (50 dólares) que su madre le había prestado. Atraída por un anuncio que había visto en el metro: “¿Está sufriendo y no encuentra una salida?”, la mexicana llevó sus esperanzas al templo en el antiguo cine Jalisco, en el barrio popular de Tacubaya, Ciudad de México, donde pidió a Dios: trabajo, renta, salud y paz.
Además aceptó el desafío de regresar en ocho días con otro donativo similar. Así, la mexicana Mercedes estaba aumentando los ingresos multimillonarios de la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD) en todo el mundo.
VENEZUELA Y COSTA RICA
Irma Saavedra, ex seguidora de la IURD en Venezuela, frecuentó por algunos meses un templo en Maracay. “Los pastores le dicen que cuanto más grande es su contribución a Jesús, más recibirá”, dice. Saavedra comenta que ellos tienen el cuidado de decirle que el diezmo no es obligatorio, pero si no lo da, no debe esperar recibir grandes favores de Dios, “y es cuando la gente deja todo lo que tiene”, resume.
En el templo central de Costa Rica, los cultos son interrumpidos para la exhibición de un video que muestra la historia de un empresario argentino que había perdido todos sus bienes.
Después de hacer un sacrificio y entregar a la Iglesia el dinero ahorrado para su matrimonio, él había comenzado a prosperar hasta hacerse un magnate. “¿Cuándo vamos a ver un testimonio como este en esta iglesia?”, pregunta el pastor. Me encantaría que ustedes prosperaran así, como lo hizo este hombre”.
El pastor les pide que todos vuelvan a sus asientos y depositen sus ofrendas, lo que cada uno pueda, en dos bolsas de paño. Después, el pastor les pregunta quiénes están dispuestos a hacer el sacrificio, y solamente dos o tres levantan las manos. El pastor sonríe y les dice: “No hay problema, cada uno sabe cuándo puede hacer el sacrificio al Señor. ¿Saben lo que decimos cuando no podemos hacer el sacrificio? ¡Que tenemos Judas agarrado al bolsillo! ¿Quién tiene Judas agarrado al bolsillo? Él les pregunta con una sonrisa, bromeando, y varias personas más levantan las manos.
LA TEOLOGÍA DE LA PROSPERIDAD
Con excepción del nombre, ya que en muchos de los países se autodenomina “¡Pare de sufrir!”, la IURD usa para crecer la misma fórmula aplicada en Brasil, predicando la prosperidad económica a cambio de donativos, la
venta de productos mágico-espirituales y rituales de liberación espiritual, con todo un trabajo doctrinario fuertemente apoyado por los medios de comunicación, y que supuestamente se fundamenta en la Biblia, pero que en realidad es la disculpa para justificar la petición y el negocio que recuerda más a la
venta de bulas católicas o a los mercaderes del templo que expulsó Jesús que al verdadero Evangelio.
Sin embargo, como resultado de esta política económico-teológica los resultados no se pueden decir que sean malos. 15 millones de dólares invirtió esta iglesia en Argentina para comprar una emisora radial.
Sus cultos en realidad son sincréticos, es decir, mezclan elementos de varias religiones como la católica, la evangélica y otros ritos latinos, con sesiones de exorcismo, liberación y sanidades. Y enfatizan la idea de que la mala suerte en la vida de las personas se explica por la presencia del demonio. La solución siempre pasa por dar dinero: a la IURD, por sustancias con poderes mágicos, por ritos, por liberación…
El especialista mexicano Bernardo Barranco destaca: “No se sabe la línea divisoria en la cual comienza la empresa o la religión. Manipulan un negocio de lucros intercambiados, porque la gente no es tonta y tampoco se deja engañar. Ellos van por lo que el Estado o la Iglesia católica no les da: una esperanza de vida”. Según este especialista la IURD tiene éxito porque trabaja utilizando las emociones de la persona como la risa, el llanto y la alegría en una sociedad rígida, con una Iglesia Católica predominante que no satisface a las necesidades de las personas.
NEGOCIO CON IMPUNIDAD LEGAL
A pesar de los contratiempos, la IURD amplía su rebaño sin encontrar obstáculos en su desarrollo por parte de las autoridades locales; y esto a pesar de las polémicas en las que se involucró en Brasil, por las que fue motivo de denuncias por blanqueo de dinero y manipulación de las personas. Así lo muestra una encuesta hecha en ocho países (Argentina, Uruguay, México, Venezuela, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Puerto Rico) que evidencia que los responsables políticos de estos países, hasta ahora, no han puesto restricciones a la expansión de este imperio de una fe muy arraigada en el negocio económico.
En San José, Costa Rica, la IURD llegó a adquirir por 2 millones de dólares una sinagoga judía, que fue transformada en su sede nacional. Y en Buenos Aires (Argentina), la compra de una emisora de radio por 15 millones de dólares aceleró su expansión. En la mayoría de los países, la IURD está registrada como organización civil, que es una importante estrategia para que los gobiernos locales tengan menos margen para intentar controlarlos. Además de eso, conseguir estatus de iglesia probablemente representaría la necesidad de estar en contacto con otros liderazgos religiosos locales.
No obstante tienen múltiples
problemas judiciales. Como en México, donde desde hace casi cuatro años la IURD afronta un litigio por no haber registrado, en la Secretaría del Gobierno (Segob) a 35 de sus ministros de culto. La multa llegaría a 204.000 pesos mexicanos, en el caso de perder la apelación que han realizado.
EN CINES Y TEATROS
La IURD repite en toda Latinoamérica modelos ya usados en Brasil, como la ocupación de los antiguos cines y teatros, con predilección en barrios pobres, la venta de supuestos objetos milagrosos y el alquiler de horarios de emisoras de radio y televisión en la madrugada.
Otra práctica que se repite fuera de Brasil es la organización temática de los cultos semanales. Martes, por ejemplo, empezó a ser el día de liberación. Lunes es el día dedicado a la prosperidad. Miércoles y domingo son los días del Espíritu Santo. El viernes, la liberación, y el jueves, la familia (el sábado, las actividades se entregan a los obreros y a los pastores auxiliares, ya que es el día del descanso del pastor titular). Aunque los temas sean distintos, una práctica se repite todos los días: los intensos pedidos al pago de ofrendas y diezmos.
HISTORIA DE UNA EXPANSIÓN
Fue en el comienzo de la década de los 90 que la IURD atravesó las fronteras brasileñas para instalarse inicialmente en Uruguay y en Argentina. El desarrollo en dirección al Uruguay, por ejemplo, empezó en la ciudad brasileña de Riviera, limítrofe con el departamento uruguayo de Riviera y con otras zonas fronterizas.
Para los frentes colonizadores, la cúpula de la iglesia optaba por enviar jóvenes pastores brasileños, dispuestos a trabajar duro e iniciar nuevas iglesias en una situación que no es fácil y que les exige dedicación y compromiso sin espíritu crítico a la doctrina y métodos de la entidad. Dos décadas después, sin embargo, los líderes locales ya empiezan a ascender en la jerarquía de las iglesias de sus países respectivos.
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