En un comunicado, Conlamic, la mayor organización de cristianos latinos de Estados Unidos, ha calificado de "alarmante" el nuevo revés de Obama a las políticas anti-aborcionistas que hasta este mandato tenían un peso importante. Para la coalición, la decisión de conceder fondos gubernamentales a los grupos pro aborto en el exterior supone un "duro golpe a la comunidad cristiana evangélica latina, y a todos los americanos que creen en la santidad de la vida humana".
"La orden ejecutiva del presidente Barack Obama dirigirá ahora el dinero de los impuestos hacia políticas pro abortistas en el exterior, apoyando una cultura de interrupción de la vida que es contraria a los valores tradicionales de muchos americanos", ha dicho el presidente de la coalición, el reverendo Miguel Rivera.
La organización cristiana denuncia asimismo que el presidente Obama ha ejecutado esta orden "a puerta cerrada y alejado de la prensa, para evitar un revuelo mediático y minimizar la respuesta política".
La rapidez con la que Obama ha tomado la decisión abre una brecha de desconfianza entre la comunidad cristiana latina estadounidense. "Si esta es la primera orden ejecutiva del presidente”, explica Rivera, “los americanos tienen razones para temer lo que está por venir respecto a los valores tradicionales. Esto tendrá consecuencias espirituales para nuestro país".
El presidente de la coalición subrayó que los líderes evangélicos hispanos tienen "el mayor respeto por el nuevo presidente", aunque consideró que es su "obligación moral" defender "la santidad de la vida, que es la base sobre la que se fundó este país".
UN TEMA POLÉMICO EN LOS ÚLTIMOS GOBIERNOS
La concesión o no de fondos gubernamentales a los grupos pro aborto en el exterior ha sido un asunto conflictivo en las últimas administraciones, que los han autorizado durante mandatos demócratas y prohibido durante los republicanos.
Desde su aprobación el viernes, la medida ha sido bienvenida por diversos grupos de planificación familiar y sanitarios, que criticaban esta política alegando que causaba un aumento de los abortos ilegales en el exterior.
Washington destina cerca de 400 millones de dólares en asistencia a la planificación familiar en 53 países, según los datos de la Agencia de Cooperación Internacional de Estados Unidos (Usaid).
INCIDENCIA DEL ABORTO ENTRE AFROAMERICANOS
“De 1882 a 1968, lincharon a 3.446 negros en EE UU; el aborto mata más negros en sólo 3 días”, recordaba hace una semana el reverendo bautista Clenard Childress, líder de BlackGenocide.org, ante más de 20.000 participantes en la Marcha por la Vida de San Francisco. “Un bebé negro tiene cinco veces más posibilidades de ser abortado que uno blanco, cada día matan a 1.450 niños afroamericanos”, continuó. En la misma marchan, apoyaban esta denuncia el cura católico Frank Pavone, presidente de Priests for Life, la madre Agnes Mary, de Sisters for Life y la ex-abortista Karen Shablin, hoy militante de Feminists for Life.
En la otra punta del país, en Washington, la sobrina del pastor Martin Luther King, Alveda King, se dirigía a un público joven en la Universidad Católica de Washington, preguntándoles si su tío estaría «orgulloso» del aborto. El jueves Alveda King participaba con 200.000 personas en la Marcha por la Vida de Washington. El reverendo afroamericano Luke Robinson se dirigió a Barack Obama pidiendo “al presidente del cambio” que sea “un agente de cambio para el millón de niños que serán eliminados en su primer año de presidencia”. Robinson recordó las cartas de Luther King desde la cárcel de Birmingham, en las que el líder negro explicaba cómo la iglesia primitiva consiguió acabar con el infanticidio.
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