El documento aún no es oficial, y se discutirá en un Sínodo General, en febrero. Pero
la inclusión de mujeres en la ordenación de obispos podría ser ya casi inminente. Ya en julio de 2008, y después de debates muy acalorados, se abrió la posibilidad a que el obispado dejara de reducirse sólo a los hombres.
Si finalmente, de aquí a unas semanas, se aprueba el cambio del reglamento, las consecuencias pueden ser importantes. Hasta 1.300 miembros del ala más conservadora de la Iglesia de Inglaterra ya han avisado que dejarían la institución si se les pide servir bajo las órdenes de una mujer. En cambio, el ala liberal, tiene también otras aspiraciones, y también apuesta por la ordenación de homosexuales activos como obispos. Y en medio, quienes aceptan la ordenación de mujeres pero no la práctica homosexual dentro de la ética cristiana.
Según Robert Pigott, analista religioso de la BBC, el texto no satisfará ninguna de las reivindicaciones del sector tradicionalista, así que todo apunta a una nueva crisis en la Comunión Anglicana. La salida más comentada sería la adhesión de muchos conservadores a la Iglesia Católica. Esta no sería la primera vez que sacerdotes de la Iglesia Anglicana se pasan al Catolicismo.
En 1994 el voto del Sínodo a favor de la ordenación de mujeres provocó la salida de decenas de pastores que fueron aceptados por la Iglesia Católica a pesar de estar casados. Porque si el problema anglicano es aceptar o no la ordenación de mujeres obispos, el gran dilema católico es aceptar a clérigos casados. Esto es posible porque el Papa Juan Pablo II, cambió en 1980 la regla del celibato para incluir a los ministros de denominaciones protestantes (usualmente anglicanos y luteranos) que deseen ordenarse como sacerdotes católicos. Así que, nuevamente, se calcula que unos 1.000 prelados anglicanos podrían pasar a ejercer para el Vaticano.
POSTURAS BÍBLICAS A FAVOR Y EN CONTRA
Siendo muy breve y por lo tanto incompleto,
el razonamiento del ala conservadora dentro de la fe anglicana y en el dogma católico es que las mujeres no pueden aspirar al obispado porque Jesús escogió sólo a hombres como sus discípulos y apóstoles, y sólo se habla de hombres en autoridad en la Iglesia del Nuevo Testamento. Pero
otros sectores de la Iglesia Anglicana consideran que la opción de consagrar mujeres como obispos se fundamenta en las enseñanzas del Evangelio sobre la igualdad del hombre y la mujer ante Dios. Citan, por ejemplo, la Carta de Pablo a los Gálatas: "Ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús"; y en la idea de que hay citas bíblicas que reconocen cierta autoridad a las mujeres en el Nuevo Testamento, algo impensable para la sociedad de aquel tiempo, y que las citas de sumisión para la mujer se deben interpretar dentro del contexto social y cultural en que se escribieron.
La preocupación del ala más conservadora de la Iglesia de Inglaterra ante lo que parece una decisión inminente, llevó a que ya a mediados de año cinco obispos se reunieran en el Vaticano, con altos funcionarios de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Se cree que habrían discutido con el Vaticano su posible adhesión a la Iglesia Católica.
Parece pues, que la salida de una parte de miembros de la Iglesia de Inglaterra no se evitará. Llegado el febrero, se sabrá más claramente cuáles son las consecuencias que lleva consigo la más que probable apertura a la ordenación de mujeres obispos.
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