Un policía de fe evangélica muere en defensa de una anciana

El hecho se produjo en el barrio Las Lilas, cuando una mujer de 77 años resultó asaltada por tres delincuentes que la golpearon salvajemente, amenazando con quitarle la vida.

Sus gritos y los golpes fueron oídos por dos policías, Ursini y su suegro, Eduardo Bátimo, que intercedieron en defensa de la mujer y recibieron como respuesta una serie de disparos.

"Sentimos los gritos, salimos y nos encontramos con tres o cuatro delincuentes, nos enfrentamos y la peor parte la llevó mi yerno", narró Bátimo quien recibió dos impactos, en una pierna y a la altura de la ingle.

En el caso de Ursini fue ingresado en estado grave para finalmente fallecer. Mientras, Bátimo se encuentra grave pero no corre riesgo su vida.

Gabriel y Eduardo eran ambos evangélicos. Gabriel vivía su fe junto a su esposa Ana y a sus hijas Julieta y Ángeles en la iglesia Ríos de Vida, pastoreada por Abel Gilmartin. Los padres y hermanos del fallecido Gabriel y Eduardo Bátimo con su familia, eran miembros de la Iglesia Reformada, pastoreada por Gerardo Oberman.

La valentía, el arrojo, el acto de entrega de ambos hombres, no nace solamente de su vocación policial sino, fundamentalmente, de su solidaridad, de los valores evangélicos que sostienen su vida desde hace muchos años.

Si bien la despedida de Gabriel tuvo momentos de hondo pesar y de pedidos de justicia, la paz de Dios sostuvo a las familias. Los pastores Gilmartin y Oberman tuvieron momentos de oración y palabras de consuelo para los familiares y compañeros fallecido.

Las peticiones de la familia del fallecido no son de venganza sino de justicia, una justicia en la que todos necesitamos poder confiar y creer, porque es la base de cualquier sociedad que desee vivir en armonía y paz.