Les preocupa el "efecto de las sectas, que han captado a muchos católicos, y algunos conceptos teológicos, que han sembrado el desconcierto” –en referencia al auge de las iglesias evangélicas en Latinoamérica.
“La gran misión católica continental hará frente al fenómeno sectario en Iberoamérica”, así titulan la información los medios católicos anunciando la clausura del pasado 17 de agosto del III Congreso Episcopal Latinoamericano Misionero católico que ha sido convocado por la quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe.
Según publica la agencia católica Zenit, en los trabajos del Congreso han participado delegaciones de 33 países, entre ellos 80 obispos, 465 sacerdotes, 250 religiosos, 22 diáconos, y 664 laicos. Del Ecuador han participado 21 obispos, 133 sacerdotes, 307 religiosos, 21 diáconos, 87 seminaristas y 816 laicos.
El objetivo de este tercer Congreso, proyectado por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) tras la visita del Papa en mayo de 2007 a Aparecida, en Brasil, es "promover la profundización de la fe y el fortalecimiento de la Iglesia (católica), para contrarrestar el efecto de las sectas, que han captado a muchos católicos, y algunos conceptos teológicos, que han sembrado el desconcierto". En el ritual eucarístico de la inauguración del encuentro en el Coliseo General Rumiñahui de Quito, se leyó el mensaje del Papa a los participantes, en el que exhorta a "proponer a Jesucristo con claridad y humildad" al hombre de hoy.
El objetivo del Congreso, según los organizadores, ha sido "poner al continente americano en ´estado de misión´ para enfrentar el desafío de que la misión confiada a la Iglesia católica se halla todavía en los comienzos". Con el lema "América con Cristo: Escucha, aprende y anuncia", los trabajos del Congreso giraron en torno a la necesidad de una nueva evangelización "en el contexto de materialismo y secularización que afrontan el hombre y la mujer actuales", según el documento síntesis del congreso.
ALUSIÓN AL FENÓMENO “SECTARIO”
En la ponencia de Antonio M. Pernia, superior general de la Congregación del Verbo Divino, apareció como un punto importante la realidad de las “sectas” en Latinoamérica, en referencia a iglesias protestantes.
América Latina alberga cerca de la mitad de los católicos del mundo, es decir, cerca de 520 millones. Cuatro de los diez países católicos más grandes se encuentran en este continente: Brasil, México, Colombia y Argentina. Según Pernia, “a pesar de su juventud y dinamismo, la Iglesia católica de América Latina de alguna manera se siente asediada, haciendo frente a la presión de las llamadas `sectas´” –en referencia a las iglesias protestantes evangélicas de denominación pentecostal o carismática.
Pernia también expuso el descenso en picado de la Iglesia católica en los últimos años: “Guatemala era 95 por ciento católica una generación atrás; hoy es sólo el 60 por ciento. Perú era 97 por ciento católico en 1992 y 75 por ciento en 2002. Algunos observadores, sin embargo, dicen que las conversiones a las sectas son más bien pasajeras o incompletas, y apuntan al fenómeno del “protestante Guadalupano”, es decir, un evangélico que aún toma parte de fiestas en Guadalupe, reza el rosario, etc”.
“Creo que mientras la Iglesia de América Latina necesita preocuparse sobre la presión de las sectas, no debería descuidar por completo la mission ad gentes ni la missio ad extra. Creo que un compromiso mayor a la missio ad extra ayudará a la Iglesia de América Latina a enfrentar y superar la presión proveniente de las sectas” –dice Pernia.
Curiosamente, la candidata a la Vicepresidencia por el partido rebulicano de EEUU es miembro de una de esas “sectas” que denuncia la Iglesia católica, aunque en EEUU, en las visitas papales, son denominadas iglesias de hermanos separados. Cosas del lenguaje políticamente correcto.
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