Esta Ley, que ya fue aprobada por el Congreso de diputados del país sudamericano, se encuentra ahora en proceso de revisión en la Comisión de Asuntos Sociales del Senado, al que decenas de manifestantes intentaron acceder, frenados por los servicios de seguridad.
Finalmente, unos treinta consiguieron acceder al hemiciclo, donde el pastor Silas Malafaia, de Asambleas de Dios, entregó un documento solicitando la retirada inmediata del Proyecto de Ley ante el presidente del Senado, Magno Malta. Para el pastor, esta Ley «de libre expresión sexual (…) es una ofensa a la Constitución y a la familia».
LIBERTAD DE EXPREXIÓN, CENTRO DE DEBATE
Este Proyecto de Ley pretende criminalizar, con penas de hasta tres años, cualquier manifestación en contra de la práctica homosexual englobándola dentro del concepto de homofobia.
Aquellos que muestren abiertamente su disconformidad con las prácticas homosexuales o lo consideren públicamente como un error moral se arriesgarían a desafiar la legislación vigente y ser castigados.
Ante esto, los evangélicos representados en la manifestación consideran que la Ley está en contra de la libertad de expresión, además de otorgar más derechos al colectivo homosexual que al resto de los ciudadanos. Así lo explicó el diputado y pastor Robson Rodovalho, de la Iglesia Sana Nossa Terra: «la discriminación es un problema que no afecta sólo a los homosexuales, sino también a los negros, a las mujeres, hasta a los evangélicos. Esta Ley da poderes dictatoriales a una minoría. Hay que hacer un proyecto que proteja a todas las minorías» sin coartar la libertad de expresión.
En la misma línea se pronunció el diputado Miguel Martini, integrante de la asociación ‘Frente de la Familia’, que entiende que esta Ley «intenta callar la boca de los cristianos contrarios a la práctica homosexual. Nosotros amamos a los homosexuales, pero no amamos la práctica homosexual. Este es un combate entre la luz y las tinieblas, y no aceptamos la discriminación de nadie; tampoco aceptaremos ser discriminados de nuestras convicciones religiosas».
También Magno Malta, presidente provisional del Senado e integrante del ‘Frente de la Familia’ está en contra de la ley. «Es un proyecto que crea un imperio homosexual, una casta diferenciada. Piden algo que no se le dio a los negros, algo que ni siquiera tienen los deficientes físicos», argumentó Malta, que considera el Proyecto inconstitucional. «La discriminación es horrenda, pero no podemos apoyar un Proyecto lleno de inconstitucionalidades, que dice que si alguien no da un empleo a un homosexual va a la cárcel», dijo el presidente del Senado.
Liderando la manifestación estaba también el pastor Jorge Fadifarj, del ‘Ministerio de la Fe’, que prometió llevar ante el Congreso medio millón de firmas en contra de la propuesta, sobre todo porque «están creando un ciudadano que contará con más derechos que otros».
ENCUESTA POLÉMICA
En defensa de este proyecto de ley ante el Senado, Fátima Cleide se mostró crítica con los manifestantes. «Es triste que algunos religiosos usen un discurso político para intentar confundir a las personas creyentes y temerosas de Dios. Se trata de una posición de intolerancia, ya que en cualquier religión hay tolerancia a la diversidad de los seres humanos», afirmó.
Para la senadora, la mayoría de la población «desaprueba la discriminación contra los homosexuales». Una encuesta encargada por DataSenado en todo el país concluyó que el 70 por ciento de los brasileños apoya el Proyecto de Ley, mientras que sólo un 26 por ciento se mostró en contra de la misma.
Otros datos que se desprenden de la encuesta es que cuanto mayor es el grado de escolarización, mayor el apoyo a la propuesta, llegando a un 78 por ciento entre los entrevistados que cursaron algún grado superior. También entre los más jóvenes la Ley sale fortalecida. Un 76 por ciento de los encuestados entre 16 y 19 años se mostraron a favor del Proyecto.
Otros datos sorprendentes de la encuesta se refieren a la aceptación de la Ley de acuerdo a la religión del encuestado. El 55 por ciento de los evangélicos se mostraron a favor, a pesar de que la Ley está encontrando la oposición pública de muchos de sus líderes. Entre los católicos, el porcentaje a favor sube hasta el 73 por ciento.
El pastor Jorge Fadifarj quitó importancia a la encuesta de DataSenado, un organismo que pertenece a la Institución pública. «Esos resultados son mentira», señaló el líder evangélico.
En estos momentos, el Proyecto de Ley está siendo evaluado por la Comisión de Asuntos Sociales del Senado y no está previsto que de momento pase por votación en el pleno.
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