Evo Morales critica a la Iglesia Católica y se acerca a los protestantes

Las críticas del mandatario indígena parecieron alejar las posibilidades de una mediación de los obispos católicos para buscar un acuerdo entre el cambio de Constitución que impulsa Morales y la autonomía alentada por la oposición conservadora en cuatro de nueve departamentos.

Sólo horas después de un encuentro con obispos metodistas, Morales cuestionó al cardenal católico Julio Terrazas por haber puesto en duda la existencia de formas de esclavitud en el sudeste boliviano. Morales, un católico declarado, pidió públicamente al cardenal Terrazas que ayude a trabajar por la justicia social.

También afirmó que se siente engañado y traicionado por los jerarcas de la Iglesia Católica, aunque seguidamente destacó que la "Iglesia de base" sí estaba identificada con el proyecto de nueva Constitución "plurinacional" y de economía estatista que rechazan los sectores conservadores.

La declaración de Morales se produjo cuando faltan sólo dos semanas para un referendo sobre un estatuto de autonomía de Santa Cruz, impulsado por líderes cívicos y empresariales, que según el Gobierno pretende preservar el actual régimen de propiedad agraria centrado en los latifundios.

IGLESIA CATÓLICA EN APRIETOS
La Iglesia Católica es históricamente la comunidad religiosa más fuerte del país, a la que pertenecen más del 80 por ciento de los bolivianos.

Su mediación en el actual conflicto fue pedida por los opositores y aceptada, aunque no con mucha conformidad por Morales, pero el diálogo fue obstaculizado por críticas de sectores conservadores de Santa Cruz contra algunos obispos que consideraron muy próximos al Gobierno.

Luego surgió una rebelión de hacendados cruceños contra un proceso de certificación de tierras, con miras a su reparto entre indígenas guaraníes que viven en condición de semi esclavitud, ante lo cual el cardenal denunció que los supuestos esclavos eran más un "eslogan" que un hecho real.

Esto desató una ola de críticas, incluso de la Conferencia Boliviana de Religiosos, de curas y monjas católicos, que acusó a los obispos de desequilibrio por cuestionar aspectos de la nueva Constitución e ignorar el "separatista" estatuto autonomista de Santa Cruz.

La jerarquía metodista dijo tras su encuentro con Morales que apoyaba al proceso de "liberación" de guaraníes que realizan trabajos forzados para hacendados y pidió respeto a la autoridad del presidente.

La Iglesia Metodista, con unos 50.000 feligreses, integró junto con otros grupos protestantes una alianza política que apoyó esporádicamente al oficialismo en la Asamblea Constituyente que sesionó el año pasado.