Las comunidades judías y protestantes llaman al diálogo ante la crispación en Argentina

A través de un comunicado, la entidad internacional ha convocado a todos los sectores para que recurran al diálogo en un marco de respeto y compromiso con los valores democráticos.

El texto, que lleva la firma del presidente de Bïnai Bïrith, Boris Kalnicki, agrega que la memoria de hechos traumáticos de nuestra historia debe servir de guía para que impere la cordura y para arribar a soluciones que contemplen el interés común y las necesidades de todos los argentinos.

EL SECTOR PROTESTANTE
La comunidad protestante también hizo una reflexión por el conflicto y las Iglesias Reformadas en la Argentina señalaron la necesidad de administrar los recursos de la tierra con justicia.

En su comunicado, destacan que el justo uso de la tierra es una constante en la tradición bíblica y hay leyes específicas sobre su cuidado e incluso sobre su posesión. Esto es así porque para el pueblo de Israel la tierra tenía un valor sagrado: porque había sido creada por Dios y porque les había sido dada por Dios.

Continua diciendo que desde su tradición evangélica y reformada, también creen y afirman que la tierra y lo que ella produce son bendiciones de Dios, cuya finalidad última es sostener la vida. La vida de quien la trabaja con sacrificio y esfuerzo. Y la vida de quien espera y necesita sus frutos. Quien la trabaja tiene derecho a comerciar con los bienes que produce, entendiendo el comercio como el lugar donde se hace posible la solidaridad y la comunión entre las personas. Cuando el comercio se aparta de esta meta, fácilmente se desvirtúa, haciendo que las relaciones económicas deriven en grandes injusticias.

Asimismo llama a los productores a defender sus intereses porque es su derecho. Pero también les piden que lo hagan sin desconocer que la tierra es de Dios y que su finalidad es ser instrumento de bendición para el conjunto.

Sin embargo, envía un mensaje a las autoridades del Gobierno invitándolos a dialogar con los representantes rurales y a buscar acuerdos razonables entre todos los sectores del entramado social para un problema que ya dura más de 14 días.