El Primado de la Iglesia anglicana puntualiza su idea de aplicar la ´sharía´ en U.K.

Sus palabras, interpretadas en general como una concesión excesiva a los musulmanes y posible causa de división social, causaron críticas, tanto desde círculos políticos como desde los sectores más conservadores de su Iglesia.

El arzobispo de Canterbury puntualizó que sus comentarios, presentados en unas jornadas de especialistas sobre el islam y la ley británica y evocados posteriormente en una entrevista radiofónica, han sido sacados de contexto. Aunque se reafirmó y defendió su derecho a abordar esos temas.

LEY PARA TODOS
El jefe de la Iglesia anglicana dejó claro que la ley británica es para todos los ciudadanos y que la adopción de parte de la sharía sería para aquellos musulmanes que quieren "opciones adicionales", como se hace ya en algunos productos financieros que se acomodan también a las tradiciones musulmanas como por ejemplo, prohibir el cobro de intereses.

Aún así, Williams advirtió de que los ciudadanos que profesan una fe religiosa no deberían dar por garantizados para siempre los derechos de que gozan ahora porque con el tiempo pueden cambiar en un entorno que tiende a ser secular.

La soberana británica también teme que la controversia dañe a la Iglesia de Inglaterra, dividida ya por el no menos polémico asunto de los clérigos homosexuales, que amenaza con provocar un cisma.

La polémica desatada por sus opiniones sobre la sharía, ha obligado al primer ministro Gordon Brown, a salir en defensa del arzobispo, al que definió como un hombre de gran integridad y dedicación al público y al servicio a la comunidad.

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