Belén vuelve a quedarse sin posada para los peregrinos 2.007 años después

Se respira una relativa calma política en la zona y se puede decir que, al igual que les sucediera a María y a José hace 2007 años, hoy en Belén, no hay posada para el peregrino. La ocupación hotelera para esta noche ronda el 100 por cien.

VUELVE LA NORMALIDAD
El corazón de la ciudad, apenas latente en otras épocas de mayor tensión entre israelíes y palestinos, rebosa una gran alegría.

Varias parejas de Belén, Beit Jala y Beit Sahour eligieron contraer matrimonio el 23 de diciembre, por ser el último domingo antes de la celebración de la Navidad. Para Salwa Jaresiay, una de las novias, estas navidades son las mejores de su vida, porque según afirma, su mayor alegría como cristiana es poder casarse en estas fechas y en un lugar tan cercano al del nacimiento del Señor. Fuera, en la plaza, cientos de cristianos escuchaban ensimismados cómo uno de los coros ensayaba una versión de "El Mesías" de Haendel.

Entre los viandantes, pueden verse los deseos de paz y de esperanza para una tierra castigada por los enfrentamientos y que no termina de ver la luz al otro lado del túnel. En Belén, ese túnel además está flanqueado por un muro que muchos cristianos palestinos de Jerusalén tienen prohibido atravesar. Las autoridades israelíes no siempre les conceden el permiso para cruzar al otro lado, así que muchos, debido a estas fechas, hacen lo que pueden para no ser descubiertos. Es fácil saber qué cristianos de la Ciudad Santa tienen permiso para estar en Belén y cuáles no. Los coches de estos últimos suelen exhibir estrellas de David y otros símbolos judíos en los que se parapetan con la esperanza de no ser descubiertos en el camino de vuelta.