Blair abandonó el anglicanismo y se "convirtió" al catolicismo, la misma fe que profesa su esposa, Cherie, en una ceremonia celebrada anteanoche, confirmó su portavoz oficial, que añadió que se trata de un asunto privado.
El deseo de Blair de "convertirse" a la fe católica ha sido un secreto a voces durante años. Si no ocurrió durante sus diez años en el número 10 de Downing Street fue, según la prensa británica, porque habría resultado polémico ya que, en interpretación de algunos expertos, la Ley de Emancipación (religiosa) de 1829, que dio plenos derechos civiles a los católicos, impide a un miembro de esa religión ser primer ministro.
También habría creado un conflicto desde el punto de vista de la Iglesia Anglicana ya que el primer ministro es quien elige a los obispos de esta confesión.
RUMORES DE CONVERSIÓN
La prensa británica había conjeturado desde hace meses con la posibilidad de que el ex primer ministro, que estuvo al frente del Gobierno de Londres durante más de diez años, cambiara de religión una vez que dejara el poder.
Blair, que fue sustituido como primer ministro por Gordon Brown el 27 de junio pasado, fue recibido sólo unos días antes en audiencia por el papa Benedicto XVI entre rumores acerca de su posible "conversión" al catolicismo.
Según la prensa británica, el ex líder laborista veía en su visita al Vaticano, poco antes de terminar su mandato, una oportunidad perfecta para hacer ese anuncio histórico, pero fue disuadido por el cardenal Cormac Murphy-O"Connor, arzobispo de Westminster y primado católico de Inglaterra y Gales.
El cardenal, de acuerdo a una información publicada en noviembre pasado por el dominical "The Sunday Telegraph", explicó a Blair que sería poco sensato e inapropiado aprovechar una ocasión de tanta visibilidad internacional para anunciar algo tan privado y le recomendó que esperara hasta dejar el poder.
¿CONVERSIÓN O MUDANZA?
Para hablar de "conversión" deberíamos entender que Blair creía de una forma y ahora de otra. Es imposible juzgar el corazón de cada cual; pero el mismo hecho de haberse casado en un matrimonio mixto con una católica, y haber consentido además que sus hijos fuesen educados en el catolicismo romano habla a las claras de unas convicciones que nunca han sido lejanas al catolicismo de Roma.
Esto es frecuente en el seno del anglicanismo de Inglaterra, al que llegó la Reforma protestante después de haberse producido la separación de las Iglesias de Roma y Londres. Así, en el seno del anglicanismo existen -tras la introducción de la Reforma protestante- dos grupos diferentes.
Uno, la llamada "iglesia alta" -la mayoría de clase social alta- que es afín al catolicismo; y por otro lado la "iglesia baja" (mayoritaria) que es afín al protestantismo.
Habitualmente cuando se habla en los medios de comunicación de "conversiones" del anglicanismo al catolicismo de personas de cierta relevancia social se trata de "mudanzas" de la iglesia alta al catolicismo, y no de auténticas conversiones como tal. Es muy posible que Blair esté dentro de este grupo.
INCONGRUENCIAS
Si el cambio de religión se daba por seguro, también se ha visto con extrañeza, pues Blair se ha alineado con la ley del aborto, ha promovido las uniones homosexuales y fomentado la investigación con células madre embrionarias. La diputada conservadora Ann Widdecombe, conversa ella misma en 1993, indicó ayer que «si se miran las votaciones de Blair en los Comunes, ha ido en contra de las enseñanzas de la Iglesia católica en más de una ocasión. ¿Ha cambiado su opinión en eso?».
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