IURD invierte 10 millones de dólares en una nueva catedral en Ecuador

Está prácticamente terminado y según el pastor brasileño Andrés Luis Monteiro, responsable de la obra física y que lleva diez años afincado en el país, el 10 de julio será la presentación oficial.

El arzobispo de Guayaquil, monseñor Antonio Arregui, dijo que el mero enunciado Pare de Sufrir, es un imposible en este mundo. Pero no solo la Iglesia Católica rechaza las prácticas de la Iglesia Universal del Reino de Dios. Las asociaciones evangélicas de Brasil los han denunciado por usar métodos manipulativos para obtener dinero.

El pastor del centro evangelístico Asambleas de Dios, Francisco Loor, dice que el creador de Pare de Sufrir mezcla elementos de santería propios de Brasil con doctrina cristiana.

Monteiro dice que no sabe cuántos miembros tienen en Guayaquil, pero entre sus siete templos tienen una capacidad de 6.000 personas. Hacen cinco reuniones diarias de lunes a domingo, aunque no todas con la misma asistencia.

UN POCO DE HISTORIA
La agrupación, que ha sido cuestionada por las instituciones católicas y evangélicas, se la conoce como “Pare de Sufrir”, por el nombre del programa que se transmite en un canal local. Nació en 1977 en Brasil.

La fundó el brasileño Edir Macedo Bezerra. En los primeros tiempos este hombre apenas sobrevivía económicamente hasta que una feligresa vendió un terreno y le donó el dinero. En ese momento compró 10 minutos por día en la radio Río Metropolitana y comenzó su éxito.

Hasta 1998 existían más de 3.000 templos en Brasil, desde donde se expandieron a EE.UU., Canadá y México, América Latina, Central y el Caribe.

La Iglesia Universal del Reino de Dios promueve la teología de la prosperidad y afirma que no sigue a un Dios pobre. Cuando se le pregunta por productos como el talismán de la fe y el champú Pare de Sufrir, que se promocionan en el programa de televisión, desmiente que estos se vendan.

En diciembre del año pasado, la Catedral de la Fe se abrió para que sus seguidores llevaran cartas detallando aquellas cosas que les hacen sufrir. El ofrecimiento de los líderes del grupo era que las llevarían a quemar a Israel para que sus problemas acabaran, antes de la entrega de un ´sacrificio´ económico voluntario que, según una asistente, era de 50 dólares como mínimo. Una pequeña muestra del enorme negocio de fe que la IURD tiene montado.