El presidente Sarkozy, un católico al frente de la Francia laica

Los candidatos se vieron obligados a manifestar su futura actitud frente al fenómeno religioso, sobre todo frente a la Iglesia católica que sigue siendo mayoritaria en Francia.

En los días de la campaña electoral el candidato Nicolás Sarkozy reconocía que él se consideraba portador de una herencia decididamente católica. Segolène Royal hacía más bien hincapié en la tradición laica de Francia y se pronunciaba por una política de tolerancia.

Y posteriormente en unas declaraciones a este mismo diario afirmó que «lo religioso es expresión de la libertad, una cosa que debe ser protegida por el Estado». Además dialogando con unos periodista de La Croix pocos días antes de las elecciones les manifestaba su convicción de que «la religión católica es uno de los fundamentos de la identidad francesa».

Sarkozy insistió en varias entrevistas en que Francia era portadora de una herencia cristiana de siglos. Ciertamente el presidente Sarkozy se halla muy lejos de postura laica militante.

Por eso Francia se define como un estado del paradigma laico, mientras nos encontramos frente a un estado aconfesional, la persona que actualmente tiene las riendas políticas de Francia se decanta claramente por una sociedad católica no solo por las propias creencias católicas de Sarkozy, sino también por las raíces católicas en el país.

Por otra parte, la iglesia católica en Francia, ha sabido acomodarse ejemplarmente a la situación de no confesionalidad del Estado.