Bush promete proteger a los cristianos de Irak en su encuentro con «Sir» Benedicto XVI

Del medio millón de cristianos que había en Irak en 2003, quedan tan sólo veinticinco mil, y el mismo problema afecta los cristianos de Palestina e Israel, en su mayoría árabes, víctimas de un fuego cruzado de fanatismos.

Los responsables de la diplomacia vaticana se quedaron boquiabiertos al ver que el presidente americano cruzaba las piernas al sentarse delante del Papa (algo prohibido para las visitas papales) y, además, le llamaba reiteradamente "Sir" en lugar de "Your Holiness" (su santidad), como también prevé el protocolo.

Al término de un encuentro privado de media hora, Bush volvió a sorprender regalando al Papa un extraño palitroque. Era el rudimentario cayado de madera de un vagabundo de Dallas, decorado por su antiguo dueño con frases religiosas en grandes letras mayúsculas. Benedicto XVI lo recibió entre asombrado y divertido mientras intentaba leer las inscripciones del vagabundo.

Tres horas más tarde, durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro italiano Romano Prodi, Bush manifestó que Benedicto XVI es un hombre muy inteligente y afectuoso.

En respuesta a una pregunta sobre las diferencias con la Santa Sede respecto a Irak, Bush manifestó que no hablaron sólo de la guerra, y añadió que el Papa estaba muy preocupado por que los cristianos de Irak sean maltratados por la mayoría musulmana.

Se abordaron también los problemas de África y, según el Vaticano, no faltó un intercambio de opiniones sobre América Latina.