EEUU: demandan a una tele-evangelista tras fallecer un enfermo de cáncer

Darlene Bishop es una tele-evangelista con cobertura nacional en sus emisiones, que junto con su marido, Lawrence, erigieron una estatua de Jesús en los jardines de su megaiglesia en Monroe, Ohio, de 19 metros de altura.

Esta estatua y sus aseveraciones sobre el poder de la oración para sobreponerse a la enfermedad, hechas a través de una serie de sermones, libros y un programa de televisión, Sisters (Hermanas), han sido consideradas como exageradas, especialmente por afirmar que Dios tiene el poder para curar hasta las enfermedades más graves, entre ellas el cáncer.

Esta afirmación es hoy objeto de una acción judicial. Cuatro parientes (sobrinos) de la señora Bishop la están demandando porque les dijo que Dios curó a su padre (el hermano de la Sra. Bishop) de cáncer de garganta. El hombre murió de esa enfermedad hace 18 meses.

En su libro "Your Life Follows Your Words" (Tu vida sigue tus palabras), Bishop cuenta cómo superó su cáncer de mama a través de la oración, y cómo su hermano también se había curado. No hay ninguna mención sobre la muerte del hombre en el libro lo cual, según ella, se debe al hecho de que fue publicado en un momento en que había tenido una remisión durante más de un año.

Pero el ejemplar sigue estando a la venta a través de su sitio web (a 15 dólares) bajo el anuncio: "Cómo Dios la curó de su cáncer de mama y a su hermano, de su cáncer de garganta".

DARRELL "WAYNE" PERRY
El hermano de la señora Bishop, Darrell "Wayne" Perry, era un compositor reconocido cuya obra fue ejecutada por grandes nombres de la música country como Tim McGraw y los Backstreet Boys.

Sus hijos (sobrinos de Bishop, Bryan, Justin, Olivia y Christian) presentaron una demanda legal por muerte ilegal contra la señora Biship porque, dicen, persuadió a Perry de abandonar la quimioterapia y confiar en la cura de Dios. Sostienen que, en el momento en que la señora Bishop y su hermano recorrían el país predicando sobre el milagro de su recuperación, ambos sabían plenamente que a Perry los médicos le habían dicho que su enfermedad era terminal.

En su blog, la señora Bishop echa por tierra las acusaciones a las que define como "absolutas mentiras", e insiste en que nunca le diría a nadie que rechazara la ayuda médica, alega que simplemente lo alentó a que siguiera el consejo de los médicos, pero que él se negó sistemáticamente a someterse a una cirugía.