Logran regresar a su comunidad nueve familias evangélicas expulsadas de Chiapas hace más de un año

Las nueve familias de evangélicos que estuvieron un mes en plantón en Tuxtla Gutiérrez, fueron escoltadas por centenares de policías en su regreso a su poblado de origen, después que los católicos tradicionalistas les despojaran de sus bienes fueron obligados a firmar un "pacto de no agresión".

Los desplazados, que en mayo de 2005 perdieron solares y terrenos por adherirse a la fe evangélica (una iglesia pentecostal), fueron trasladados en vehículos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal al poblado de Santa Rita.

Adán Aguilar, uno de los evangélicos, recordó que cuando las nueve familias cambiaron de religión, las autoridades locales se molestaron porque ya no cooperaban para las festividades religiosas. En respuesta, les cerraron su templo, y además les despojaron de los terrenos de cultivo y solares urbanos.

Debido a la intolerancia religiosa, las familias decidieron marchar a la capital del estado y durante 31 días demandaron al gobernador, Pablo Salazar Mendiguchía, intervenir para que les regresaran sus bienes y se les brindara seguridad.

En un comunicado, la Fiscalía General del estado refirió que fueron restituidas la tierras a las familias expulsadas del ejido Santa Rita, luego que los grupos en pugna firmaron un pacto de no agresión.

70.574 habitantes de Chiapas -de un total de 329.907, más de un 25%- dijeron pertenecer a alguna denominación evangélica, según la investigación Diversidad religiosa y conflicto en Chiapas, financiada por el gobierno del estado y publicada en 2005.