Una mujer india muere de ayuno por su religión

Esta tradición, que en la práctica equivale a una eutanasia por inanición, es observada en casos extremos, cuando el creyente siente la necesidad de poner fin a su vida de un modo pacífico y contemplativo.

Vimla Devi, a quien se le había diagnosticado un cáncer cerebral, anunció su determinación a su marido e hijos, que no trataron de disuadirla hasta que comprobaron que el deterioro en la salud de la mujer se estaba convirtiendo en irreversible.

Tras un ayuno que, según algunos testigos, duró 22 días, el frágil cuerpo de Vimla dejó de respirar y fue exhibido vistiendo un colorido sari mientras todos sus vecinos desfilaban ante ella para ofrecerle sus últimos respetos.

La Santhara, parte de la tradición jainista, permite que un creyente que decida dejarse morir lo haga en loor de santidad mostrando su desapego por el mundo.

Pero esta práctica raramente se lleva a cabo y el caso de Vimla Devi ha reavivado la polémica sobre si es lícito o no permitir a alguien suicidarse por motivos religiosos.

La muerte de esta mujer en Jaipur ha ocasionado la apertura de una investigación para discernir si alguno de sus familiares o las autoridades locales, conocedoras del hecho, tienen alguna responsabilidad criminal.

La religión jainista, con cuatro millones de seguidores en la India, fue fundada en el siglo VI y promulga la no violencia, el ayuno y la mortificación como formas de acercarse a la divinidad, y condena el asesinato de cualquier ser vivo, incluidos los insectos o las bacterias.