El pastor luterano Rolf Schünemann, que asumió la presidencia del CONIC en reemplazo del obispo metodista Adriel de Souza Maia (que dimitió por la salida de la Iglesia metodista) dijo que el episodio “afecta al movimiento ecuménico y levanta una serie de interrogantes acerca de la realidad religiosa contemporánea”.
Para el CONIC, el hecho “es bastante doloroso, ya que la Iglesia Metodista fue una de las fundadoras y vanguardia en muchos procesos que involucraban a las instituciones eclesiásticas en el escenario brasileño”, afirmó Schünemann.
EL CMI
Para el presidente de la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en Brasil (IECLB), Walter Altmann, que es también moderador del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) “es doloroso para las iglesias hermanas, que se han beneficiado mucho del testimonio y de la participación ecuménica de la Iglesia Metodista”.
El caso también “realza la necesidad de establecer nuevas líneas de diálogo entre las iglesias sobre la naturaleza de nuestro compromiso con la unidad, conforme al deseo del propio señor Jesucristo, y de dialogar con franqueza sobre las divergencias que tenemos, en la búsqueda de un entendimiento posible”, agregó.
LA IGLESIA CATÓLICA
Para el padre José Bizon, asesor del sector de Ecumenismo y Diálogo Religioso de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), el momento es triste. “A mí me dejó triste cuando leí que una de las razones de la salida era la presencia de la Iglesia Católica", declaró.
LOS METODISTAS, FIRMES
Pereira do Lago, el nuevo obispo metodista elegido en el Concilio General de esta denominación, celebrado en Brasil del 10 al 16 de julio, es uno de los impulsores del movimiento de avivamiento en el interior de la Iglesia Metodista. Su postura es clara: "Estoy feliz con la decisión del 18 Concilio General de retirar la membresía de la Iglesia Metodista de los organismos ecuménicos, que tengan presencia de la Iglesia Católica y de grupos no cristianos, pues responde a las demandas de muchos pastores e iglesias locales en el país. "Estamos en contra de la participación de los metodistas en cultos macroecuménicos, con católicos y grupos no cristianos", dijo Pereira do Lago.
Para el nuevo obispo la participación en esos cultos ecuménicos ha alejado a muchos miembros de la Iglesia Metodista. "Sólo en la 4ta. Región Eclesiástica (Minas Gerais y Espírito Santo) hemos perdido más de dos mil miembros en los últimos meses", señaló a ALC.
La no participación en cultos ecuménicos no significa, según Pereira do Lago, que los metodistas no estén dispuestos a dialogar y cooperar con otras iglesias en aspectos sociales o éticos de interés común. "En mi región, puntualizó, no tenemos problemas en cooperar con otras iglesias en cuestiones de defensa de la vida, de ciudadanía, de acción social".
Pero el obispo metodista no está de acuerdo en alianzas espirituales y teológicas. "Entiendo que Roma y mucho menos otras religiones no están dispuestos a caminar en nuestra dirección, ni para encontrarnos en medio del camino. Roma trata estratégicamente de llevar a los hermanos separados de vuelta a su redil", dijo Pereira do Lago.
Para Pereira Do Lago la Iglesia Metodista reconsideraría también su membresía en el Concilio Mundial Metodista, que el domingo último (23 de julio) se adhirió a la Declaración Conjunta con la Iglesia católica sobre la Doctrina de Justificación por la Fe.
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