Llegó a la tierra de sus antepasados con su 'Confessions Tour 2006', rodeada de expectación y de polémica, ya que interpreta uno de los temas sobre un cruz de espejos y con una corona de espinas sobre su cabeza. Este gesto suscitó la crítica de las Iglesias católica y ortodoxa, mientras ella, a través de su portavoz, invitó al Papa al concierto.
Madonna ha vuelto a hacer de las suyas, y esta vez en el sitio menos adecuado y de la forma menos oportuna. A pocos kilómetros del Vaticano, la diva del pop apareció en mitad del escenario crucificada mientras cantaba uno de los éxitos de su gira mundial Confessions Tour.
SIEMPRE POLÉMICA
No podía haber elegido peor lugar para poner el grito en el cielo por parte de los religiosos que, involuntariamente o no, tuvieron que escuchar las canciones de Madonna que ofreció su concierto en el estadio Olímpico de Roma, a escasos tres kilómetros de distancia del Vaticano.
Ya desde la propia elección del nombre hasta la canción Like a Prayer, en cuyo polémico videoclip la cantante aparecía besando a un cristo de raza negra, Madonna no ha cosechado precisamente simpatías dentro de los círculos católicos.
Lo llamativo del asunto es que resulta que ninguno de los iconos del pop, de las estrellas de Hollywood o de los artistas, que en España critican a la iglesia católica y se la toman con cierto cachondeo cuando no con burlas feroces, se atreven a hacer algo similar con el Islam.
EL CONCIERTO
Unos 70.000 seguidores esperaron durante horas a las puertas del estadio Olímpico para poder disfrutar del concierto, al que asistieron, entre otros, el ministro italiano de Cultura, Francesco Rutelli, el jugador de fútbol Francesco Totti, y el director de cine español Pedro Almodovar.
Durante el concierto realizó un llamamiento en favor de la paz: "Es posible tener paz en este mundo. Debéis creer que cambiar el mundo es posible" y, en otro momento, no le faltó sentido del humor al señalar: "Es verdad que los milagros se hacen realidad. Aquí en Roma han sucedido dos: el primero que Italia ha ganado la Copa del Mundo, el segundo que la lluvia ha parado antes de mi show".
Con 10 minutos de retraso, Madonna apareció en el escenario, vestida de amazona en negro y con una fusta en la mano, sobre las notas de 'Future Lovers'. Después de un "Ciao Roma", arrancó con un fragmento del 'Like a Virgin', que le hizo famosa hace 22 años.
LA `CRUCIFIXIÓN´ DE MADONNA
El momento más esperado del concierto fue el tema 'Live to Tell', en el que Madonna canta en el mencionado crucifijo y con la corona de espinas de acero, mientras a su espalda se proyectan imágenes y cifras sobre el sufrimiento de las personas en el mundo.
Las reacciones no se han hecho esperar, varios representantes de la Santa Sede han expresado su repulsa a lo que consideran una “blasfemia” o un escándalo “creado adrede por comerciantes astutos para atraer publicidad”.
Incluso los portavoces de la comunidad judía en Roma y de la Liga Mundial Musulmana en Italia han rechazado la peculiar forma de expresión artística de la cantante norteamericana.
La portavoz de la actriz, Liz Rosenberg, ha puesto también su ‘perla’ al asegurar que “al Papa le gustaría el espectáculo y aplaudiría a Madonna. Benedicto debería ver con sus propios ojos la fuerza expresiva, la belleza y la humanidad de Madonna en la actuación.”
LOS POPES RUSOS CONTRA MADONNA
Por su parte, la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR) ha pedido a sus fieles que boicoteen el concierto que ofrecerá Madonna en Moscú el próximo 11 de septiembre, dentro de la gira mundial de presentación de su último disco, 'Confessions on a Dance Floor'.
'Para ilustrar sus propias pasiones, Madonna explota la cruz, la imagen de la Virgen y otros símbolos religiosos. Esto es inadmisible', dijo el director de Relación Públicas de la IOR, Vsiévolod Chaplin, en declaraciones publicadas hoy por el diario 'Kommersant'.
Chaplin señaló que la Iglesia ortodoxa «recomienda encarecidamente» a sus fieles no acudir al concierto que la diva del pop ofrecerá en la explanada de las Colinas de los Gorriones (antiguas Colinas de Lenin), que será su primera presentación en Moscú.
'Esta damisela (Madonna), que va de una a otra religión, necesita de asistencia espiritual. Cualquier cristiano podría dársela, pero para los ortodoxos es mejor no respaldar su exaltación y no asistir al concierto', añadió el sacerdote.
Si quieres comentar o