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El Tribunal Supremo ha confirmado la condena en firme a un matrimonio evangélico por abusar de menores. El caso, juzgado en la Audiencia Provincial de Murcia en septiembre de 2019, ha sido ahora cerrado definitivamente con la condena, que se traduce en ocho años de cárcel para el pastor y a dos años para la mujer.

Los menores, un niño y una niña, eran asistentes a la Iglesia Corazón de León de la Tribu de Judá de San Pedro del Pinatar y solían acudir a su domicilio en busca de su consejo espiritual, porque procedían de situaciones familiares y personales complicadas.

En caso del menor, de 13 años, el pastor le propuso y consiguió que mantuviera relaciones con su esposa. La niña, de 14 años, se quedaba en ocasiones a dormir en el sofá de la vivienda del condenado, y aprovechó esta circunstancia de desamparo familiar para, según los hechos probados, “doblegar en todo momento a la menor a sus requerimientos sexuales” entre junio de 2014 y noviembre de 2014, además de incluirla en las prácticas con su pareja.

Ambos son condenados por delito de abuso sexual, deberán indemnizar a sus víctimas con 2.000 euros a cada una y no podrán acercarse a ellas a menos de 100 metros. Durante cuatro años en el caso del hombre y dos en el de su esposa, se le prohíbe además desempeñar actividades “que puedan ofrecerle o facilitarle la ocasión para cometer hechos delictivos de similar naturaleza”.

Evangélicos: “tolerancia cero” ante los abusos

Ante la noticia, la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) se ha ratificado en su “condena” y su “política de tolerancia cero” ante los abusos, expone en una noticia la agencia Europa Press.

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Según informó FEREDE en octubre de 2019, al conocerse la sentencia de la Audiencia Provincial, fue la mujer del entonces pastor evangélico la que denunció a su marido. De acuerdo con el relato de la Federación, la mujer estaba recibiendo sesiones de consejería matrimonial e informó a los pastores que la aconsejaban sobre algunos hechos en los que éstos observaron indicios de delito, por lo que decidieron consultar al Consejo Evangélico de la Región de Murcia (CEMU) y a la Federación, quienes recomendaron a los consejeros animar a la mujer a presentar de inmediato la denuncia ante las autoridades policiales. La mujer accedió, siendo consciente de que también habría de incriminarse, y acudió a la comisaría acompañada de uno de los consejeros pastorales.

Además desde que se tuvo conocimiento del caso se procedió a la retirada de la licencia como ministro de culto, expone FEREDE.

A las medidas de prevención explícitas, la FEREDE recomienda que en todos los casos en los que haya un abuso sexual se denuncien los hechos ante las autoridades y se preste todo el apoyo a las víctimas, especialmente cuando se trata de menores de edad.