La isla de La Palma, en el archipiélago de Canarias, vive momentos de crisis tras la erupción del volcán de Cumbre Vieja. Con varias bocas abiertas, la lava que surge de la tierra desde la tarde del domingo avanza hacia el mar arrasando a su paso con carreteras, cerca de dos centenares de viviendas, comercios y terrenos de cultivo, cubriendo más de 100 hectáreas afectadas. Más de 5.000 personas han sido evacuadas, evitando que se hayan producido heridos o víctimas hasta el momento.

“Nuestro lugar de culto está a unos 7 kilómetros de donde se produjo la erupción, pero sí que está afectando a muchas personas de las iglesias que viven en la zona”, explico a Protestante Digital el pastor Pedro Ángel Rodríguez, de la Iglesia Evangélica Bautista de La Palma y representante del Consejo Evangélico de Canarias.

Desde el domingo, muchos de los accesos a la zona afectada han quedado cortados, ya sea por la acción de la lava o por las limitaciones de seguridad establecidas por las autoridades. “Un joven de nuestra iglesia que reside en el barrio de Puerto Naos, un lugar costero que ha quedado aislado. Aunque quería ir a recoger sus cosas, ya no pudo hacerlo por la evacuación”, cuenta el pastor.

Impactados

La situación ha impresionado enormemente a toda la población, dado que no se producía una erupción desde 1971. “Estamos afectados profundamente, pensando en los daños materiales, que dejarán a muchas personas sin nada”, comenta Pedro Ángel Rodríguez.

En La Palma hay unos siete lugares de culto repartidos por los diferentes municipios de la isla, habitada por unas 85.000 personas. “En el caso de la Iglesia Bautista de la Palma, tenemos tres locales de culto, en Santa Cruz (la capital), Los Llanos y Tijarafe”, ninguno de los cuales ha sido afectado hasta el momento por la erupción.

[photo_footer]La humareda provocada por la erupción es visible desde kilómetros. / Borja Puig de la Bellacasa, Moncloa[/photo_footer]

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Atención a los afectados: ropa, artículos de higiene y traductores

Inmediatamente, desde la iglesia se han puesto a disposición de las autoridades. “Tenemos ya en marcha un ropero, y reparto de alimentos en colaboración con el Ayuntamiento, pero ahora estamos pidiendo a los creyentes que ayuden donando artículos de higiene, porque las personas evacuadas han salido con lo puesto. Hemos hecho este llamamiento a facilitar estos productos y ropa ligera. Esta es la necesidad más inmediata”, cuenta Pedro Rodríguez.

También desde la administración local se ha abierto una cuenta bancaria para la ayuda directa a los damnificados, porque aunque los seguros puedan cubrir cierta cantidad de lo perdido, será necesario tener medios para esta primera ayuda.

Otro recurso que desde la iglesia se ha puesto a disposición del Ayuntamiento es el de personas capaces de hablar alemán, dado que muchos de los afectados por la erupción volcánica son alemanes jubilados, que se han instalado en la isla para vivir su retiro. Cada quince días, desde esta iglesia tienen servicios en alemán. “Ya son 166 casas las que ha engullido la lava, y muchas son de estas personas alemanas, que se quedan sin su jubilación, y les produce una gran angustia. Por eso tenemos que estar disponibles para ayudarles”, explica el pastor.

La fuerza de la naturaleza contra la que no podemos hacer nada. @BomberosGC frente a una lengua de lava que destroza todo a su paso. #erupcionlapalma #volcanCumbreVieja #VolcandeLaPalma pic.twitter.com/B6Pdpfqp4h

— BOMBEROS GRANCANARIA (@BomberosGC) September 20, 2021

Oración y confianza en Dios

Pedro Ángel Rodríguez está también atento a dar una cobertura de acompañamiento espiritual ante esta situación. “No queremos seguir como si nada, pero queremos transmitir calma, tranquilidad y confianza porque estamos en las manos del Señor en todo momento. Creo que esto ayuda a los creyentes y a nuestros amigos”.

“Pedimos a los creyentes que oren -añade el pastor-. Primero, por que las personas no endurezcan sus corazones ante lo que sucede. Hay quienes solo se acuerdan de Dios cuando ocurren desgracias, cuando deberíamos dar gracias que no ha habido víctimas personales. Pero para muchos, la pérdida material es muy grande. Es impresionante ver que la lava engulle tu casa. Por eso pedimos oración para todos ellos”.

“Ni por el covid, ni por el fuego hace un mes, ni por el volcán… todo puede suceder, pero como creyentes, queremos transmitir que Dios sabe lo que está pasando, y él va a guardarnos, o darnos la fuerza para soltar y confiar en su misericordia, sea para vivir o para morir”, concluye Pedro Ángel Rodríguez.