Novedades en el caso de Samuel Luiz, el joven de 24 años que fue asesinado el pasado 3 de julio en A Coruña, ciudad donde residía, trabajaba, en el centro geriátrico Padre Rubinos, y también asistía y tocaba la flauta en la iglesia evangélica Congregación Cristiana en España. 

Un informe entregado por la policía a la jueza responsable del caso confirma la presencia del ADN de dos de los detenidos en la ropa y el cuerpo de Samuel, y también en un objeto con el que los agresores golpearon la cabeza de la víctima, que según las autoridades podría tratarse de una pieza metálica o de una botella de cristal. 

Por otro lado, el Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña ha levantado el secreto de sumario, lo cual permite conocer con más detalle los hechos, según ha explicado el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones. El contenido del sumario muestra que Samuel fue golpeado durante “seis minutos fatales” y a lo largo de 150 metros, y que murió a causa de un traumatismo craneoencefálico ocasionado por los golpes. Miñones también ha asegurado que podría haber habido otra víctima mortal, refiriéndose a Ibrahima, el hombre que protegió a Samuel con su propio cuerpo durante la agresión. “En esta acción, estuvo acompañado de su amigo, Magette”, ha añadido.

La policía descarta que haya un solo autor de los hechos

Según ha dicho el comisario jefe de la Brigada de Policía Judicial de A Coruña, Pedro Agudo, no se contempla que haya un único autor de los hechos. “Descartamos un solo golpe, sino que son varios los que causan el traumatismo craneoencefálico que llevó a Samuel a la muerte”, ha señalado el responsable de la investigación.

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Ahora mismo hay seis personas detenidas de entre 16 y 25 años. Cuatro son adultos, con tres hombres en prisión y una mujer en libertad y con medidas cautelares, a la que se acusa de encubrimiento. Los otros dos detenidos son menores, aunque uno cumplirá la mayoría de edad pronto, y se encuentran en un centro de internamiento. Las autoridades les acusan de un delito de homicidio, de un delito de tentativa de homicidio, contra Ibrahima, y a uno de los detenidos se le suma también el delito de apropiación indebida del teléfono móvil de Samuel. 

Según la Policía Nacional, hay varios testigos que aseguran que uno de los detenidos “portaba en su mano una navaja que sacó del bolsillo del pantalón y que daba patadas a la víctima mientras estaba en el suelo”. 

Familiares y amigos retiran el altar en recuerdo de Samuel

Hace unos días que el altar de flores en recuerdo de Samuel dispuesto en la Avenida Buenos Aires de A Coruña, a la altura en la que el joven fue asesinado, aparecía destrozado. Poco después, familiares y amigos han decidido retirar todos los objetos que había en la acera y dejar el espacio libre. 

El padre de Samuel, Max Luiz, ha querido “agradecer a toda A Coruña” el apoyo recibido y ha manifestado que “ya pasó un tiempo, es suficiente y hay que pasar página”, según recoge La Voz de Galicia. “Un grupo de amigos de Samuel y yo fuimos y limpiamos”, explicaba.

En ese mismo lugar, tras el asesinato de Samuel, Max Luiz dejó un mensaje escrito en el que se leía: “Agradecemos a todos vuestras oraciones y muestras de cariño. Gracias de corazón. Que Dios pueda recompensar todo el cariño que nos estáis brindando”. El padre de Samuel también reclamó que “este terrible homicidio no sea utilizado como bandera de nadie” y que “nadie utilice la muerte de mi hijo políticamente”.

En un comunicado de condolencia compartido públicamente, la Alianza Evangélica Española también se unía a esta petición de Max Luiz, denunciando que "el uso ante hechos terribles como éste consiguen lo contrario a su teórico propósito, promoviendo más confrontación y tensiones en lugar de la búsqueda de un camino para el diálogo y la paz social". "Hace falta una reflexión conjunta de fondo y trabajar seriamente por respuestas y soluciones”, remarcaban.