Los protestantes baleares suponen ya un 2,4 por ciento de la población

El informe también rebela que entre los encuestados mayores de 60 años nueve de cada diez son creyentes, mientras que entre los menores de veinte la fe no alcanza ni al 50 por ciento.

Así, las franjas más jóvenes son las que se manifiestan más negativamente hacia las creencias religiosas, al tiempo que sólo un 12 por ciento de los encuestados dice no ser creyente, mientras que un nimio 4 por ciento afirma que es ateo. Según el informe, la mayoría aún se denomina católico, el 2,4 por ciento es protestante y el 0,3 por ciento musulmán.

El informe destaca también que entre los que se autodefinen católicos, un 74 por ciento se declara practicante y más de la mitad acude a rezar de vez en cuando. Casi un 40 por ciento ‘practica’ la religión católica una vez por semana y sólo un reducido 9 por ciento lo hace más de una vez cada siete días.

A partir de estos datos, Gadeso concluye que a medida que disminuye la franja de edad el peso de la religión es menor y su práctica cada vez más inestable.

Otro aspecto que estudia el informe son las actitudes de los baleares frente a distintas situaciones sociales. Así, del mismo se desprende que el 95 por ciento de la población, con pocas diferencias entre edades, tiene una actitud positiva frente el divorcio, no así ante el matrimonio homosexual, que está mal visto por más del 60 por ciento de los mayores de 60 años.

Sin embargo, si bien el matrimonio gay tiene muy buena acogida entre los más jóvenes, no corre la misma suerte la adopción por parte de parejas del mismo sexo, pues sólo es aceptada por el 51 por ciento de los encuestados menores de 20 años, un porcentaje que se reduce significativamente a medida que avanza la edad.

Por otra parte, sólo el 43 por ciento de los mayores (de 60 años) ve bien vivir con la pareja sin casarse, una opción que, por el contrario, valoran positivamente el 84 por ciento de los jóvenes (menores de 20 años).

Al ser cuestionados sobre un tema delicado como es la eutanasia pasiva, mientras que el 86 por ciento de los jóvenes lo ve con buenos ojos, el 70 por ciento de los mayores lo rechaza, una postura que comparten más de la mitad de los encuestados de entre 41 y 60 años, que también se muestran reacios, frente a los menores de 40, donde el 76 por ciento se muestra a favor.

En este contexto, sólo un 15 por ciento de los encuestados más jóvenes ve bien la financiación de la Iglesia católica en España, frente a un 60 por ciento de mayores que lo aprueba. Las franjas intermedias, de 20 a 60 años, se muestra más bien contrarias, con una aceptación que no supera el 30 por ciento.