ALEC culmina en Madrid el estreno de «operas primas» de una nueva generación de escritores hispanos noveles

El evento, celebrado a finales de septiembre, fue la culminación de un proyecto concebido en 1999 y que a muchos le pareció una «empresa de locos» (levantar una nueva generación de escritores hispanos).

Como resultado del proyecto, salieron a la luz siete magníficas obras, de las cuales cuatro son novelas que fueron presentadas en el evento. «Séfora», escrita por Olinda Luna, «Cartas desde el corazón» por José Luis Navajo, «Potifar» por Luis Ruiz Doménech, «Peones ciegos» por Miguel Ángel Moreno, «Una flor roja» por Bertha Carpio, «La llave» por Febe Jordá y «Desesperanza», por Ana Rando. Autores que se acercaron a ALEC sin un gran bagaje de experiencia en el arte de escribir, pero sí con un sueño muy claro: escribir una novela cristiana.

«Comenzamos asignándoles la tarea de escribir 100 palabras, luego 500, después 5,000 hasta llegar a 50,000. Fue un proyecto de trabajo duro, sudor y lágrimas. Algunos intentaron quedarse a la mitad del camino pensando que no iban a poder lograrlo. Le asignamos ayudantes que iban criticando y ayudándoles en la dirección de su trabajo, algo que funcionó bien en unos casos y en otros no. Pero la idea fue motivarlos, animarlos y ayudarlos a sacar a la luz el potencial que sabíamos que llevaban por dentro. Hoy vemos el resultado y demostramos que sí se puede», declaró Eugenio Orellana, director y fundador de ALEC.

No hay duda de que el sueño de Orellana no ha caído en “saco roto”. Esta primera experiencia literaria servirá de punta de lanza para los que asistieron a esta cumbre por primera vez buscando ayuda para escribir su primer libro y, para autores debutantes como Luis Ruiz Doménech, autor de la novela «Potifar» que visiblemente emocionado nos expresó que ya está elaborando varias ideas para el segundo libro que quiere publicar.

Orellana es un escritor y editor reconocido por una larga trayectoria en el ámbito de la literatura cristiana. A lo largo de su carrera su contribución al giro de esta industria ha sido significativa. Sin embargo, su mayor contribución ha sido el haber creado esta asociación y dedicar días enteros y grandes desvelos a ponerse en la piel de estos autores noveles que sin previa experiencia, bajo su tutela, han producido estas obras digna de admirar.

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