`La fe no es un talismán de salud, pero alarga la vida´, dice el Dr. Manuel Suárez

En una entrevista realizada en eMision, además de constatar la importancia de la alimentación en la salud, Suárez expresó que la fe y la oración no son un talismán que asegure la salud de forma absoluta. “La fe ayuda a la salud, pero sin ser una especie de magia. Además, la medicina y los médicos han sido puestos por Dios para ayudar al ser humano”, y no sólo no deben ser rechazados nunca, sino apreciados y valorados como parte de la misericordia de Dios para nuestra sociedad, dijo.

Es más, “la fe y la oración maduras son perfectamente compatibles con la actuación razonable; como fue el caso del apóstol Pablo cuando naufragó el barco en que iba y aseguró que Dios iba a salvar a todos los navegantes, pero a la vez aconsejó buscar un lugar donde fondear y escapar de la tormenta” (Hechos 27:13-44).

Suárez aclaró que se debe entender –y él entiende- la oración, no como repetición de palabras religiosas, sino la práctica de hablar realmente con Dios, lo que implica una relación personal vital con Dios.

Pueden escuchar la entrevista completa al Dr. Suárez sobre este tema pulsando AQUÍ (audio, 5Mb)

ESTUDIOS CIENTÍFICOS
En cuanto a la fiabilidad de los estudios realizados y la posible influencia de las posturas religiosas de quienes preparan o realizan el estudio, el Dr. Suárez piensa que “lo publicado en revistas científicas serias sobre este tema es riguroso y todos los estudios avalan la ventaja de la fe y la oración en la salud”. Es decir, son objetivos y reproducibles, cumpliendo los requisitos de cualquier estudio científico.

Estos estudios demuestran una clara relación entre la fe y la salud física, dice Suárez. “Unos piensan que puede ser un efecto directo, y otros que es el efecto beneficioso del estilo de vida de quien cree: vida estable, vida laboral sin conflictos, hábitos saludables, paz interior o de conciencia, ausencia de consumo de drogas legales e ilegales. Esto supone en los diferentes estudios un alargamiento de la cantidad de vida (que varía entre 2 y 7 años, en cualquier caso una cantidad muy apreciable)”, expuso.

Dice Suárez que es lógico que no se pueda separar la fe y la oración del estilo de vida, ya que ambos van unidos cuando la fe es real y sincera; y que esto no quita credibilidad a los estudios, sino todo lo contrario.

En el último estudio realizado, es tan notable el beneficio de la fe y la oración sobre la salud como el del ejercicio o el control del colesterol, “aunque no es sustituible uno por otro” aclara Manuel Suárez. Especialmente porque los beneficios de la fe y la oración se miden en quien realmente tiene una convicción personal, y no como una receta de algo que hay que hacer o imponer lo que en cambio sí se puede realizar con el ejercicio o la dieta y los medicamentos para controlar el colesterol.